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CARACAS, Venezuela.— El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que en el mes de octubre se abrirán «nuevas formas de trabajo y organización de lo que debe ser un ejército de patriotas y de la vanguardia popular», y sugirió «una nueva etapa de la Revolución Bolivariana», la que enfrenta una guerra constante desde la derecha nacional e internacional.
En un encuentro con centenares de integrantes del Gran Polo Patriótico que colmaron el estadio polideportivo de La Guaira, en el cercano estado de Vargas, el mandatario dijo solemnemente a los reunidos: «Prepárense para nuevos combates», y sentenció que de persistir los planes desestabilizadores ya se ha fijado una fecha límite para poner en vigor, constitucionalmente, medidas especiales y radicales.
El acto, convocado con los comandos municipales de campaña Hugo Chávez de los estados de Carabobo, Aragua, Vargas y Miranda, más el Distrito Capital, sirvió para que el Jefe de Estado recalcara que en octubre la oposición venezolana está apostando a un «colapso total manteniendo la dinámica de hacerle daño al país» mediante la guerra económica, la guerra eléctrica y la guerra psicológica.
Ante esos escenarios, expresó Maduro, «otra etapa de la Revolución vendrá. No podemos ser débiles. Es mucho lo que se está jugando en el destino de esta patria», y agregó que para el próximo sábado ha convocado a obreros, sindicalistas y al Alto Mando de las Fuerzas Armadas a un juramento de unión cívico-militar.
Acotó que pese a «la ofensiva loca de la oposición», peligrosa por demás, el Gobierno cuenta con poderes que no se pueden soslayar, como un partido más organizado (el Partido Socialista Unido de Venezuela), la alianza del Gran Polo Patriótico, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana «profundamente chavista» y la industria petrolera, cuyos ingresos benefician al pueblo.
Asimismo, refiriéndose a las campañas mediáticas que generan las llamadas compras nerviosas de los ciudadanos (compras al por mayor) señaló que en Venezuela hay libertad de expresión y de prensa, «pero no puede haber libertad para hacer guerra económica» desde los medios y llamó a la Fiscalía General de la República a evaluar medidas para contener ese bombardeo psicológico.
El Presidente, flanqueado por el vicepresidente ejecutivo Jorge Arreaza, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y otros dirigentes, planteó que el equipo de la Revolución está muy unido política e ideológicamente.
También rechazó ciertas manipulaciones que se hacen desde las redes sociales, en las que han circulado montajes con la voz de Hugo Chávez como si estuviera secuestrado, algo que —expuso— prueba hasta dónde puede llegar la derecha en su falta de ética y de respeto al pueblo venezolano.
Además, llamó a los comandos de campaña a tocar a las puertas del corazón de cada revolucionario para evitar el «zarpazo de la derecha» y lograr una victoria contundente en las elecciones municipales del 8 de diciembre, en las que se escogerán 335 alcaldes, dos alcaldes metropolitanos y 2 455 concejales.
