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Muchos individuos han sido mantenidos extrajudicialmente desde hace más de una década en la prisión de Guantánamo. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:32 pm
MOSCÚ, abril 18.— El comisario para los derechos humanos de la cancillería rusa, Konstantin Dolgov, reiteró este jueves en su cuenta de Twitter la necesidad de cerrar la cárcel estadounidense en territorio cubano de Guantánamo tras los enfrentamientos ocurridos entre reclusos y guardias, reporta Prensa Latina.
Afirmó que en esta prisión ilegal se violan los más elementales derechos humanos y los choques violentos ocurridos confirman lo justo de los reclamos de cerrarla.
Fuentes del Comando Sur estadounidense a cargo del campo de concentración confirmaron que los conatos ocurrieron el sábado último cuando los militares intentaron trasladar a prisioneros en huelga de hambre.
Esos individuos, mantenidos extrajudicialmente desde hace más de una década en la prisión de Guantánamo, trataban de cubrir cámaras, ventanas y mirillas a través de las cuales son rigurosamente vigilados.
Los enfrentamientos adquirieron tales matices en esa área comunal, que los represores se vieron obligados a disparar cuatro rondas de balas de goma, sin que se reportaran heridos graves, según la fuente estadounidense.
Coincidentemente, en esa misma fecha, la cancillería rusa publicó en su web la Lista Guantánamo, en respuesta a la Magnitski, la cual prohíbe el ingreso a 18 funcionarios rusos de menor rango a Estados Unidos por supuestas violaciones de los derechos humanos.
Según el documento del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, la medida establece iguales restricciones para 18 funcionarios y oficiales vinculados a la represión en Guantánamo. Washington ha convertido en centro de detención y tortura esa instalación militar, que mantiene en territorio oriental de Cuba contra la voluntad del gobierno y la población de esa isla.
El comisario para los derechos humanos ruso denuncia también el encarcelamiento extrajudicial del ciudadano ruso Pável Mingázov, ocurrido en Pakistán en 2002, sin que hasta la fecha se haya presentado contra él una acusación oficial.
Tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, el presidente George W. Bush bajo el pretexto de la guerra universal contra el terrorismo autorizó mantener a sospechosos de este delito bajo custodia sin cargos y por tiempo indefinido en Guantánamo.
