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BRUSELAS, marzo.– (PL) En un intento por hallar una solución de última hora a la crisis imperante en su país, el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, llegó a Bruselas este domingo para reunirse con los jefes de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), reporta Prensa Latina.
El mandatario y la delegación que le acompaña deben cumplir una tarea difícil para evitar un default (suspensión de pago), señaló el portavoz del gobierno chipriota, Christos Stylianides, en alusión al estado delicado de las negociaciones.
Durante toda la jornada de ayer y hasta pasada la medianoche se celebraron en Nicosia reuniones entre las delegaciónes de la troika (CE, BCE y FMI), el Banco Central de Chipre, el Gobierno y los partidos políticos.
Según informaciones, las partes habían llegado a un acuerdo para gravar al 20 por ciento los depósitos superiores a 100 mil euros en el Banco de Chipre y al cuatro por ciento de la misma cantidad en otras entidades.
Sin embargo, cuando todo parecía que se sellaría un acuerdo surgieron nuevas exigencias del FMI, dijeron fuentes cercanas a las negociaciones citadas por medios de prensa locales.
En tanto, el tiempo paremia para Chipre, luego que el BCE amenazó con retirar el financiamiento a ese país a menos que para mañana se haya acordado un plan alternativo de rescate.
La entidad monetaria advirtió -en un comunicado de apenas tres renglones- que ese acuerdo tendrá que estar aprobado por la Unión Europea y el FMI.
Las condiciones de un rescate inicial por el citado valor fue rechazado por el parlamento chipriota, ante la repulsa generalizada por la contribución forzosa de los clientes de los bancos.
