Con un clima notablemente positivo entre las partes culminó este viernes el quinto ciclo de diálogo entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el ejecutivo de Juan Manuel Santos, donde ambos actores hablaron de avances en el tema agrario, aunque también reconocieron que este es un proceso no exento de dificultades.
Las partes cerraron este viernes una nueva tanda de negociaciones, que retomarán el próximo 11 de marzo.
A través de un comunicado conjunto, guerrilla y Gobierno reconocieron que en lo concerniente al primer tópico, se ha prosperado en la construcción de un acuerdo en los temas del acceso y uso de la tierra; parcelas improductivas; formalización de la propiedad; frontera agrícola y protección de zonas de reserva.
Tal como acostumbra en cada fin de ciclo, el representante gubernamental, Humberto de la Calle, leyó una declaración en la que explica que durante estas jornadas «se ha pasado de las aproximaciones a los acuerdos alrededor de un proceso de desarrollo rural profundo», aunque reconoció que se requieren resultados que permitan continuar con la discusión del resto de los puntos pactados.
Recordó que ese primer punto de la agenda, Política de Desarrollo Agrario Integral, además de ser el aspecto generador de casi 50 años de conflicto armado, está entre los propósitos centrales del Gobierno colombiano.
Todas las propuestas relevantes sobre el tema agrario están sobre la mesa, es el momento de concretar acuerdos y seguir adelante, acotó De la Calle.
En este sentido el líder guerrillero Iván Márquez, en conferencia de prensa, matizó las declaraciones del representante gubernamental al asegurar que se construyen acuerdos y admitió que nunca antes un proceso de paz colombiano había avanzado tanto.
«Es hora de buscar un entendimiento sobre bases sólidas, firmes que surja de transformaciones económicas, políticas y sociales que modifiquen las causas estructurales que generaron el problema», apuntó Márquez.
Los progresos se han logrado, aseguraron las FARC-EP, a pesar del «dolor que nos inflige» el trato represivo y desproporcionado que las fuerzas antimotines de la policía colombiana les propinan a los trabajadores cafetaleros y de otros sectores económicos estratégicos de la sociedad, que desde hace cinco días se mantienen en la calle exigiéndole al Estado sus derechos.
Sobre este particular, la representación gubernamental desestimó esos comentarios y dijo que «mantener las operaciones es una muestra de la fortaleza del Estado, no de debilidad».
En estas últimas jornadas de diálogo se percibieron fuertes tensiones bilaterales originadas luego de un discurso del presidente Santos donde acusó a la guerrilla de usurpar ilegalmente tierras de campesinos y del Estado.
Tal imputación motivó que el Estado Mayor Central de la organización insurgente propusiera la activación de una comisión, integrada por el Gobierno, las FARC-EP, organizaciones políticas, sociales y gremiales, así como de organismos internacionales para investigar esos hechos e identificar a los verdaderos culpables del despojo de tierras y los crímenes.
Pero la propuesta fue desestimada por De la Calle al afirmar que la creación de dicha Comisión está prevista en el marco del acuerdo previamente pactado en agosto de 2012, y no son necesarias otras.
En otra parte de la declaración gubernamental se resalta el hecho de que las FARC-EP afirmaron estar de acuerdo con tratar el tema de las víctimas, aseveración que reiteró Iván Márquez y aseguró que esperan la oportunidad para abordarlo «buscando lo mejor para Colombia».
La cuestión de las víctimas es uno de los temas recogidos en la agenda de seis puntos que sustenta las conversaciones instaladas el pasado 19 de noviembre, con Cuba y Noruega como garantes, y Venezuela y Chile en el rol de acompañantes.
No obstante, Márquez apuntó que «las víctimas, son víctimas del conflicto» razón por la cual el Estado tiene también una enorme responsabilidad. «Estamos dispuestos a tratar el tema, pero aclarando previamente que nosotros no proyectamos acciones contra la población civil», aseguró.
Las conversaciones de paz se retomarán el próximo 11 de marzo, para continuar los debates que prevén también el análisis de las vías para garantizar el ejercicio de la oposición política, en particular para los movimientos que surjan tras la firma del acuerdo final.
En ese sentido, el también ex vicepresidente colombiano, afirmó que el Estado valora la disposición de las FARC-EP de transformarse en una fuerza política luego de que se pacte el fin del conflicto.
Este viernes, antes de comenzar una nueva sesión de trabajo, Iván Márquez recordó al Comandante Raúl Reyes, muerto el 1ro. de marzo del 2008 en territorio ecuatoriano en un bombardeo ordenado por el Gobierno del ex presidente Álvaro Uribe.
La organización guerrillera solicitó «al Gobierno del Ecuador, basados en normas del Derecho Internacional Humanitario, la repatriación de los restos mortales de nuestros combatientes para que sus familiares y amigos puedan darles sepultura digna en la tierra que los vio nacer».