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Desde antes de las 5:00 de la mañana, tras conocerse del mensaje vía Twitter de Chávez sobre su regreso al país, decenas de venezolanos se concentraron en las afueras del Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo, de Caracas, en bienvenida al Jefe de Estado. Autor: José M. Correa Publicado: 21/09/2017 | 05:30 pm
CARACAS.— «Lloramos mucho cuando el 8 de diciembre dijo que tenía que regresar a Cuba para una nueva operación. Era de tristeza. Ahora lo hacemos de alegría, porque volvió, el Comandante volvió», dice la sexagenaria Dolores Rodríguez.
Desde temprano se apostó en las puertas del Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo. «Quiero estar lo más cerca posible de ese Chávez que ya no es él, que ahora somos todos».
Dolores es una luchadora social. Vivía en una zona inestable de los cerros y debió trasladarse a un refugio. En los próximos meses espera recibir una «casa digna», como parte del gran proyecto de viviendas que desarrolla el Gobierno Bolivariano para los mayoritarios sectores populares del país.
«El chavismo es lo más grande del mundo. Mira, como yo soy pobre, mi hijo no hubiera tenido ninguna posibilidad de entrar a la universidad; sin embargo, ya está a punto de graduarse de abogado. Entiendes... Eso es la Revolución.
Al saber que hablaba con un periodista cubano, me contó parte de su historia. «En 1959, cuando se anunció aquí que el dictador Fulgencio Batista había huido de Cuba, mi padre se abrazó a su hermano, y ambos empezaron a saltar. Yo no entendía. Era muy pequeña.
«Cuando Chávez llegó al poder y comenzó a construir la Revolución Bolivariana, y luego comenzaron las misiones sociales con apoyo de los médicos cubanos, entonces supe el porqué de la alegría de mi padre.
«Aquí se había derrocado, en 1958, al dictador Marcos Pérez Jiménez, pero la rebelión popular de entonces fue traicionada. Mi padre oía de Fidel por la radio clandestina de la Sierra Maestra (¿Radio Rebelde, no?) y hablaba mucho de él.
«Decía que él era el hombre. Y bueno, ahora tenemos a Chávez, que es el líder indiscutible de América Latina y el mundo en el siglo XXI. Un digno heredero de Fidel, como Martí lo fue de Bolívar.
«Nosotros nunca dejaremos de agradecerle a los cubanos lo que han hecho por nosotros durante estos últimos años, la solidaridad con el pueblo y todo ese esfuerzo de los últimos meses por la salud de nuestro Presidente. No hay manera de pagarlo... O sí, con amor. Amor con amor se paga, dice Martí.
«Y ahora, Chávez, de vuelta, aquí, a unos metros de mí. Claro que tenemos que estar felices. Hoy es un día grande. Fíjate: Chávez regresó; Rafael Correa obtuvo ayer un triunfo aplastante en las elecciones presidenciales en Ecuador; y para remate, Evo Morales anunció la nacionalización de los aeropuertos bolivianos... La lucha sigue».
William Velázquez es un comerciante de la combativa barriada popular 23 de Enero. «Me vine para la puerta del hospital a las 5:00 de la mañana, un poco después de que en toda Caracas empezaran a sonar cohetes y salir fuegos artificiales.
«Estaba dormido, entonces vi que en el celular había un Twitter en @chavezcandanga, la cuenta de mi Comandante. Tres en verdad: El primero: “Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el tratamiento”. El segundo: “Gracias a Fidel, a Raúl y a toda Cuba!! Gracias a Venezuela por tanto amor!!!”. El tercero: “Sigo aferrado a Cristo y confiado en mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!!”.
«Me los aprendí de memoria, esas líneas nunca se me olvidarán. Y entonces me dije, “qué vaina hago yo tirado aquí”. ¿Y dónde está mi Comandante? ¿Para dónde fue?
«Tan pronto supe que estaba aquí en el Hospital Militar, me vine para acá, y de aquí no me voy hasta que caiga la noche, y mañana hago el trabajo, y me vengo de nuevo, y pasado mañana, también, y traspasado...
Ante la pronosticable vigilia permanente que las fuerzas bolivarianas prodigarán al presidente Hugo Chávez mientras se recupera en el Hospital Militar, las autoridades anunciaron que acondicionarán un espacio para ese fin.
La intención es que las manifestaciones de solidaridad no interrumpan el curso normal de la instalación médica, que presta servicios tanto a personal militar como a la población general.
Es considerado como uno de los mejores hospitales de Venezuela. El Carlos Arvelo seguro será sitio de peregrinación mientras el Jefe de Estado permanezca en el recinto.
Yolhana Guilarte, una joven veinteañera que lidera un grupo de casi una docena de adolescentes, dice que estará «mientras el Comandante se recupere, y mis amigas también.
«Nos turnaremos. Chávez es como parte de nuestras familias, sangre de nuestra sangre. A un miembro de la familia, cuando enferma, se cuida, día y noche. Nosotros lo haremos».
