Por casi 40 años y de forma consecutiva, Cuba ha plasmado en el seno de Naciones Unidas y ha expuesto al mundo el derecho inalienable de Puerto Rico a ser una nación independiente, con autodeterminación, y libre del yugo colonial imperialista que le ha aplastado por 114 años.
Fiel reflejo de esto tuvo lugar el pasado 18 de junio cuando La Habana presentó ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU, la resolución número 31 que, con el coauspicio de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, reafirma que Puerto Rico es un país latinoamericano y caribeño con identidad cultural propia e inconfundible.
Siglos de historia común han hermanado a estas dos naciones caribeñas, razón por la que Cuba siempre ha sentido como un compromiso histórico la necesidad de promover en la ONU este caso colonial, señaló Rodolfo Benítez, subdirector de Asuntos Multilaterales del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, durante un intercambio con la prensa este jueves.
Un aspecto relevante que distingue a estas resoluciones, apuntó Benítez, es que tienen un lenguaje claro, directo y nombra a EE.UU. «sin miramientos ni tapujos».
Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en La Habana, recordó que la causa de su país cuenta con el apoyo de importantes organizaciones internacionales como el Movimiento de Países No Alineados, que trabajan para acercarse a organismos regionales tan relevantes como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
No obstante, gracias a estas resoluciones que cada año presenta Cuba en la ONU, hemos avanzado en el reconocimiento de que somos parte en esta región; no estamos aislados. Hemos sobrevivido a 114 años de intervención colonial y desde el punto de vista cultural estamos mucho más cerca de América Latina que de Estados Unidos, recalcó.