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PARÍS, abril 24.— La mayor parte de la prensa francesa se hizo eco en estos días del caso del periodista y escritor colombiano Hernando Calvo Ospina, cuya presencia provocó el desvío del vuelo 438 de Air France con destino a México.
La aerolínea de bandera francesa admitió este viernes que «estudia actualmente las vías de recurso» contra las autoridades estadounidenses, por obligar al desvío del vuelo París-México el sábado pasado.
La nave tuvo que hacer escala en Fort de France, Martinica, para cargar combustible, porque la Administración de Seguridad de la Transportación de Estados Unidos al parecer tiene en la lista de personas que no pueden sobrevolar o entrar en Estados Unidos al autor del libro Colombie, derriere le rideau de fumée, de varios libros sobre Cuba y que prepara actualmente un trabajo sobre la acción de la CIA en Latinoamérica.
Calvo Ospina, residente en Francia y encargado por Le Monde Diplomatique para realizar un reportaje en Nicaragua, verdadero destino de su viaje, denunció días atrás que su presencia provocó un serio problema en el vuelo a raíz de las posturas extremistas norteamericanas.
El periodista y escritor Hernando Calvo Ospina, quien fue interrogado en el propio avión de la línea francesa y luego en el aeropuerto de México, cuestionó la paranoia de las autoridades estadounidenses y también el silencio hasta ese momento de Air France y de las autoridades galas en torno a estas prácticas que atentan contra los derechos ciudadanos más elementales, dijo PL.
AFP reportó que el director de las ediciones francesas Le Temps des Cerises, Francis Combes, en un comunicado dado a conocer en París, señaló: «Como editor, considero que esta intervención de las autoridades estadounidenses constituye un grave atentado contra la libertad de circulación de las personas y la libertad de expresión».
Según el editor, «esto demuestra a qué nivel de paranoia conduce la “guerra contra el terrorismo” iniciada por (el ex presidente George W.) Bush y que parece seguir dictando la conducta de la administración estadounidense».
«Hay pleno derecho de esperar que la prensa francesa reaccione y que el gobierno francés proteste contra tales actuaciones», estimó el editor, según AFP.
