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Correa y Chávez saludan durante su visita a las instalaciones petroleras de la Faja del Orinoco. Foto: Reuters FAJA DEL ORINOCO, Anzoátegui.— Cuatro nuevos acuerdos suscritos aquí este viernes amplían la cooperación en materia energética entre Venezuela y Ecuador, y cumplimentan el propio llamado hecho aquí por sus presidentes a no dejar para luego lo que América Latina puede hacer ahora por su real independencia y por la integración.
Ese fue el mensaje de las alocuciones realizadas por los respectivos mandatarios, el anfitrión Hugo Chávez y Rafael Correa, al pie de las excavaciones en el Bloque 5 (Ayacucho) de la rica y petrolera Faja del Orinoco, y luego de la firma de los documentos.
«En la demora está el peligro», recordó Correa citando al Libertador. «Vacilar sería perdernos», ratificó, a su turno, el líder venezolano, rememorando también al prócer.
Tanto como las palabras, graficó el espíritu colaborador de los acuerdos, la acción fraterna y unitaria que abrió el encuentro. Provistos de los cascos y guantes rojos de PDVSA, indispensables como medida de seguridad, Chávez y Correa activaron y manipularon, juntos, el taladro que inició la perforación del tercer pozo en el Bloque, del que cavaron los primeros diez pies, rodeados por trabajadores de la planta y amparados por las respectivas banderas que ondeaban, vigorosas, desde la torre petrolera.
«Somos dos empresas estatales bajo un mismo principio: satisfacer las necesidades de nuestros pueblos y fortalecer la cooperación», afirmó el ministro venezolano de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, al esbozar los acuerdos, que hacen más profundo y diverso el intercambio entre la firma venezolana y su colega PETROECUADOR.
Las aspiraciones plasmadas en los documentos son amplias: asociación estratégica en la siderurgia que impulse esa industria en ambas naciones, diseño conjunto de facilidades para la regasificación de gas natural licuado, establecimiento de mecanismos de diálogo para incrementar la relación comercial bilateral, y estudio por una comisión binacional de este Bloque 5 con vista a la explotación de crudo pesado: una posibilidad que por primera vez permite a PETROECUADOR actuar fuera de los confines nacionales, y que fue agradecida a Venezuela por el titular de Energía y Minas de esa nación, Galo Chiriboga. Además, Correa entregó a Chávez el acta constitutiva de la empresa mixta que operará en Ecuador y explorará allí el campo Sacha (selva en quechua), a partir de ahora, con la cooperación de PDVSA.
«(con estos acuerdos) Ya estamos diciendo sí al cambio (...) Lo que estamos haciendo hoy es romper con el pasado», parodió Chiriboga en alusión a la cita con las urnas que tiene su pueblo el 28 de septiembre momento en que se someterá a aprobación la nueva Constitución.
Ejemplo de esa ruptura con lo que Correa llamó la «larga y oscura noche neoliberal» son los convenios y memorandos suscritos, que contribuirán a un derrotero esencial hoy para los gobiernos latinoamericanos, con brújula hacia el bienestar del hombre: la recuperación de sus recursos naturales.
Saludos a Evo Morales en Bolivia y a Fernando Lugo en Paraguay también se escucharon en el acto, sellado con el verbo movilizador de Chávez y una propuesta que, pareciendo utopía, es necesaria y realizable: un ferrocarril que recorra desde Manta, en Ecuador, hasta estas tierras del Orinoco —dijo— y una a Sudamérica, concretando la integración física indispensable a la integración energética en marcha.
«No perdamos un día más: ofensiva, ofensiva, ofensiva», exhortó el Presidente de Venezuela.
Correa llegó a Puerto Ordaz en las primeras horas del viernes, y cumplimentaba un apretado programa en el Orinoco que también lo llevó de recorrido por las áreas de la planta Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (SIDOR), recientemente recuperada por el Gobierno bolivariano.
