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«Los próximos dos meses van a ser extremadamente duros», advirtió el presidente Correa. Foto: AP QUITO.— El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, alertó este viernes sobre nuevos intentos desestabilizadores por parte de grupos opositores para torpedear y frenar la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente.
«Los próximos dos meses van a ser extremadamente duros; ya empezó y va a continuar una guerra que si bien no es a muerte, como una guerra violenta, no va a tener límites ni escrúpulos», resaltó Correa, citado por PL.
Al intervenir en la graduación de oficiales del Estado Mayor del Ejército, advirtió que «los grupos que no quieren perder sus privilegios no van a escatimar esfuerzos para tratar de desestabilizar al gobierno nacional».
Puntualizó que la oligarquía y los poderes económicos saben que la ciudadanía va a vencer en los comicios del 30 de septiembre próximo para elegir a los 130 miembros de la Asamblea Constituyente.
El jefe de Estado refirió también la existencia de grupos separatistas en el país y llamó a las Fuerzas Armadas a estar atentas para defender la patria y al pueblo ecuatoriano que desea un cambio en la nación.
«No hay que respaldar a un gobierno o a un presidente, hay que respaldar a todo un pueblo que anhela el cambio», recalcó.
Correa denunció en las últimas semanas sobre las pretensiones de ciertos grupos opositores de desestabilizar al Ejecutivo y hasta atentar contra su vida, con la compra de un cohete.
Durante la campaña presidencial, Correa destacó la necesidad de una «revolución ciudadana», y su movimiento político ahora aspira a copar al menos el 70 por ciento de los 130 escaños de la asamblea que deberá redactar una nueva Constitución.
Según AP, el miércoles, durante una visita al país, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, dijo que «los períodos de grandes decisiones significan debates, a veces debates ácidos, pero que en ningún caso pueden hacerse con actitudes ilegales, de violencia o amedrentamiento de los adversarios».
«A mí no me alarma que haya una discusión fuerte, porque se están discutiendo cosas muy importantes en el Ecuador. Lo que me preocuparía es que se lleve por canales distintos a los democráticos», añadió.
