Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una leyenda de Élite

Frederich Cepeda se convirtió en el cuarto mayor jonronero de la pelota cubana, al disparar sus vuelacercas 372 y 373 de por vida

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Antes de conectar el jonrón 372 de por vida, Frederich Cepeda llevaba siete comparecencias al bate en el inicio de la 3ra. Liga Élite sin lograr indiscutibles. Eso sí, ya había pisado la primera almohadilla del estadio Julio Antonio Mella gracias a su instinto feroz por ganar bases.

A esta leyenda del béisbol cubano lo distingue, justamente, su paciencia natural. Tiene la parsimonia de los dioses en el cajón de bateo. La bola debe pasar, sí o sí, por los estándares exhaustivos de Cepeda, de lo contrario no existe, por lo general, un swing desgastante al aire. El histórico número 24 hace con la pelota, a los 44 años, su voluntad.

Ahora como refuerzo en el banco de los Tigres de Ciego de Ávila, Cepeda se sienta justo detrás del mentor Dany Miranda. Parece un miembro más del alto mando avileño, pero no. Pocas veces se le ve inmutarse con alguna jugada. Solo observa a los lanzadores contrarios con la meticulosidad de aquel extraclase que todavía quiere seguir agrandando sus números sobre los terrenos cubanos.

Ese método combinado de observancia y vista de «águila» en el home, le resultó infalible el domingo pasado frente al joven lanzador Albert Valladares. Después de sacarle dos boletos al serpentinero tunero, el espirituano le disparó un soberano batazo, por la banda opuesta, para llevar fuera de los parques su pelota 372 de por vida.

Sin embargo, este lunes siguió imparable el gallo espirituano, y botó del Mella su segunda pelota en juegos consecutivos, la 373 de su carrera. 

No han sido par de cuadrangulares más en la carrera de Cepeda, son dos jonrones que lo catapultan a un templo sagrado donde solo han entrado cuatro hombres en el béisbol antillano: Orestes Kindelán (487), Lázaro Junco (405), Omar Linares (404) y ahora Frederich Cepeda. 

Con 26 series nacionales y jugando béisbol desde la lejana temporada de 1997-1998, el gallo más exitoso empuñando el madero va camino en esta Liga Élite a conseguir otra estadística casi insuperable: el récord absoluto de indiscutibles en la pelota cubana. Apenas siete jits lo separan del actual rey del trono en ese acápite, Danel Castro, quien archivó 2 502 inatrapables durante 30 campañas.

De que Frederich Cepeda es el mejor ambidiestro que ha pasado por las series nacionales, no le caben dudas a nadie. A estas alturas quien vacile en ese criterio, que solo eche una ojeada a las estadísticas del extraclase número 24 dentro y fuera de los diamantes cubanos. La historia de Cepeda, que siempre ha girado con respeto y disciplina alrededor de la pelota, seguirá agrandándose como leyenda en las próximas jornadas.

Pequeñas ligas rumbo a la final 

En una final inédita de las Pequeñas Ligas, el equipo capitalino de la Lisa y el representativo de Santiago de Cuba se medirán por el título en la categoría 11-12 el próximo sábado, en el estadio Juan Ealo, de la Ciudad Deportiva.

Los pequeños habaneros vencieron en semifinales a su similar de Matanzas en tres reñidos duelos, luego de caer en el juego de apertura por marcador de 6-2. Sin embargo, fueron dispuestos al desquite y a pelear desde abajo los partidos para imponerse consecutivamente a los yumurinos con pizarras de 2-0 y 4-2.

Por su parte, los de la tierra caliente llegan a la final tras dejar en el camino durante las semifinales al conjunto de Sancti Spíritus. Los indómitos arrancaron ganando por la mínima el primer juego 3-2, pero luego los gallitos impusieron su clase con pizarra de 9-8. En el decisivo tercer pleito, los santiagueros sí se dieron gusto bateando, y pisaron la goma 13 veces por cinco sus rivales, un resultado que disfrutaron al máximo. 

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