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Ocho sonrisas de Santiago 2023

A una semana desde que se apagaron los últimos fuegos artificiales de los 19nos. Juegos Panamericanos, podemos rememorar, con más calma, momentos cumbre de esta cita que hicieron saltar de alegría a la Mayor de las Antillas

 

Autor:

Yurisander Guevara

Hay momentos imborrables en la vida de un país, y para Chile el haber acogido la 19na. edición de los Juegos Panamericanos podría ser un punto de inflexión. Al menos una reciente encuesta arroja que cerca del 75 por ciento de los chilenos vieron los Juegos, cifra nada despreciable para un país que organizó por vez primera —de una forma excelente a juicio de este cronista— una cita multideportiva continental.

Ahora que ha transcurrido casi una semana desde que se apagaron los últimos fuegos artificiales sobre el Parque Bicentenario de Cerrillos, sede de la ceremonia de clausura, podemos rememorar, con más calma, momentos cumbre de esta cita que encendieron de alegría a la Mayor de las Antillas.

Y es que el deporte tiene la capacidad de «hacer magia», pues nos deja instantes que siempre recordaremos con felicidad, incluso muchos años después. Para Cuba cada medalla fue una alegría, especialmente cuando conocemos de sobra las circunstancias en que fueron conseguidas.

Desde la primera dorada del halterista Arley Calderón, hasta la corona del relevo 4x400 en el cierre del atletismo, todos festejamos con delirio cada podio: atletas, entrenadores, familiares y un pueblo que siguió minuto a minuto la actuación de los suyos.

Los Panamericanos mostraron cómo Cuba todavía es capaz de sacar a relucir su tradición deportiva, a pesar de las carencias y la pérdida de talentos que hemos sufrido en los últimos años. La muestra está en el total de medallas de oro, que fueron 30, por encima del ajustado pronóstico inicial, acompañadas de 22 de plata y 17 de bronce, para un total de 69. Este último número quedó, no obstante, por debajo de lo pensado.

El quinto lugar por países, detrás de potencias como Estados Unidos, Brasil, Canadá y México, que nos superan por mucho en número de habitantes y recursos, es el entorno al que hoy podemos aspirar con toda la dignidad a cuestas.

Momentos para no olvidar

Jorge Campos y Daniela Fonseca hicieron vibrar a este archipiélago con su título dorado en el doble mixto del tenis de mesa. Los antillanos no se amilanaron ante sus contrarios y salieron con todo. Su victoria ante el megafavorito dúo de Brasil, 36 años después del título conseguido en Indianápolis por el dueto de Carmen Miranda y Marisel Ramírez, llegó en solo 23 minutos de partido. Campos volvería a reinar unos días después en el doble masculino junto a Andy Pereira.

El judo las tenía todas en contra: varias divisiones de baja por previos abandonos de delegaciones antes del inicio de los Panamericanos, y un Brasil que es potencia con todas sus estrellas. Se mire por donde se mire, era una lucha cuesta arriba. Sin embargo, si bien sabemos lo que nos falta, también conocemos lo que nos sobra: los judocas no solo obtuvieron cinco títulos, sino que vencieron a los auriverdes en la final por equipos, un duelo rompecorazones hasta el último segundo. Andy Granda, Cuba está en deuda contigo.

Las luchas se lucieron en Santiago 2023. Hombres y mujeres subieron al podio en 16 de las 18 ocasiones posibles, aportando ocho medallas de oro, cinco de plata y tres de bronce. Si históricamente el boxeo ha sido el buque insignia en eventos múltiples, las luchas se han ganado a fuerza de volteos el ser el tren blindado de las cuatro letras.

No menos sorprendente fue el atletismo. Tras una larga temporada de competencias, y con las mujeres al mando, del campo y la pista del Estadio Nacional de Santiago sacamos siete títulos, seis segundos lugares y cinco medallas de bronce. Yunisleydi de la Caridad García nos puso a gritar varias veces con sus dos metales áureos y una medalla de plata.

De las aguas de la Laguna Grande San Pedro de la Paz, al centro sur de Chile, Cuba pescó tres medallas de oro, dos en el canotaje (Yarisleidis Cirilo y José Ramón Pelier) y el espectacular primer lugar del ocho con timonel en el remo.

El título del ocho con timonel en el remo fue espectacular. Foto: Carlos Acuna/Santiago 2023 vía Photosport

Y cómo no hablar de la flema y la casta de Leuris Pupo. El multimedallista olímpico impuso su clase en la final de la pistola de tiro rápido, un concurso que estuvo reñido hasta los últimos disparos.

Leuris Pupo demostró por qué es un grande del deporte cubano. Foto: Roberto Morejón Rodríguez/JIT

También otras preseas nos hicieron saltar de alegría, aunque no fueron de oro. Pongo dos ejemplos: el segundo lugar alcanzado en el voli de playa por Noslen Díaz y Jorge Alayo a fuerza de coraje; y la medalla de plata de Cristian Abreu en el frontball, aun cuando acusaba serios dolores en sus piernas desde la semifinal. Todos estos muchachos eran debutantes en Panamericanos.

Por eso, y como titulamos el suplemento especial que publicó Juventud Rebelde con motivo de los Juegos, a Santiago de Chile fuimos «A celebrarlo todo». Hoy tenemos muchos motivos para ello, sin que falten, por supuesto, los serios análisis que merecen los deportes colectivos y las fallas que se vieron en otros apartados, mirada necesaria cuando París 2024 está a la vuelta de la esquina.

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