Antes, en los textos dedicados a la próxima Copa del Mundo, Catar 2022, nos hemos referido desde JR a las coincidencias y caprichos del sorteo. Entre los fenómenos que genera ese juego de azas, está el que hace coincidir a varios de un torneo a otro, a pesar de las pocas probabilidades de que algo así suceda.
En el grupo de turno, el G, pasó algo muy similar al D, al cual nos referimos semanas atrás. En ambos casos tres de las cuatro selecciones que compartieron llave hace cuatro años, volvieron a caer juntas ahora en territorio asiático, lo cual representa un fenómeno cada vez más digno de análisis, aunque eso habrá que dejarlo para otro momento.
El séptimo apartado de la cita del orbe que acogerá la tierra catarí está conformado por los pentacampeones de Brasil, quienes igual que en Rusia vuelven a tener como «vecinos» a Serbia y Suiza. Por si fuera poco, el restante miembro del cuarteto es Camerún, plantel que también compartió con los sudamericanos en la cita que estos organizaron en 2014.
Los integrantes de la escuadra verdeamarilla llegan con el cercano y esperanzador precedente de haber sido líderes absolutos e invictos de la eliminatoria de Conmebol. En base a esto, entre otros factores, repiten en el rol de máximo aspirante a conseguir uno de los tiques a octavos de final. Además, si miramos un poco más atrás, intuimos que en este punto los hombres comandados por Tite parecen haber aprendido de sus errores en las recientes justas planetarias.
Con una línea central que conserva ciertos elementos del desastre del Mineirão en 2014 (1-7 ante Alemania) y unos cuantos más de la cerrada derrota ante Bélgica en 2018 (1-2), ahora los monarcas americanos en 2019 y subcampeones en la edición de 2021 lucen como uno de los combinados más sólidos del evento, tal vez al mismo nivel de otros «cocos» como Argentina o Francia (si es que a estos últimos les da por ajustar la maquinaria).
Alisson, Militão, Danilo, Álex Sandro, Thiago Silva, Casemiro, Fred, Lucas Paquetá, Vinicius Jr., Raphina y Neymar se presentan como los principales candidatos al once titular que buscará acumular toques, explotar la velocidad por banda de atacantes y laterales, así como hacer valer el jogo bonito para romper las defensas rivales.
Por detrás de los brasileños, serbios y suizos parecen destinados a pelear directamente por la segunda plaza, tal y como sucedió en el ciclo anterior.
Los helvéticos, con Murat Yakin en el baquillo, cuentan con una escuadra de mucho rodaje y química, encabezada por inamovibles como Granit Xhaka, Ricardo Rodríguez, Manuel Akanji, Remo Freuler, Xherdan Shaquiri, Breel Embolo y Steven Zuber, entre otros. En su contra hay que destacar su poca efectividad en partidos clave.
Por su parte, los balcánicos que dirige Dragan Stojković aspiran a demostrar la calidad de una plantilla que, sea cual sea su conformación, cuenta con muchísimo talento y se nota mejor trabajada que cuatro años atrás. Con el poder ofensivo de Aleksandar Mitrovic, Dejan Vlahovic y Luka Jovic, más la chispa de su capitán Dusan Tadic y demás mediocampistas como Filip Kostic y Sergej Milinkovic-Savic, tampoco sería sorpresa que las llamadas Águilas Blancas avanzaran a la fase siguiente.
Los Leones cameruneses cierran el pelotón y lo hacen con la etiqueta de underdogs, término que puede traducirse como «conjunto del que nadie espera demasiado, pero que podría darles unos sustos notables a sus contrincantes».
Terceros en la pasada Copa Africana, los cameruneses cuentan con nombres importantes como el de Vincent Aboubakar, Eric Choupo-Moting, André-Frank Zambo Anguissa, Karl Toko Ekambi y André Onana, quienes bien podrían ayudar a poner a su continente de nuevo en el centro de atención mundialista.