Reyes jóvenes del Caribe

Los Juegos del Caribe han sido para el deporte cubano una de las mejores noticias en lo que va de año. Haberlos ganado, con claro dominio del medallero gracias a las 21 preseas de oro, 16 de plata y 16 de bronce, ya nos dio un gran motivo para celebrar, pero no fue ese el único.

A la par de los resultados, esperados de antemano si tenemos en cuenta el nivel competitivo de los países del área, otro de los elementos más favorables de esta cita múltiple fue el hecho de que todos los protagonistas de la Isla fueran jóvenes que aún tienen un amplio margen de mejora y representan en conjunto un futuro potencialmente feliz para próximos eventos.

Lo mismo en las piscinas, que en los tatamis o el campo y pista, se pudo apreciar la calidad de unas cuantas figuras que bien podrían comenzar a tener protagonismo a lo largo de este ciclo olímpico y mucho más allá, si pensamos en 2028 y la llegada de su madurez plena como atletas.

Para conocer cómo vivieron esta experiencia, que para algunos de ellos fue la primera fuera de nuestras fronteras, Juventud Rebelde conversó por diferentes vías con varios de los
campeones que más protagonismo tuvieron durante el certamen para la Isla.

El abanderado cumplió sus deberes

Ser el encargado de portar la enseña nacional de su país en cualquier evento multideportivo constituye para el elegido una misión entera de compromiso y patriotismo. Al abanderado se le exige más de la cuenta en el campo competitivo y muchas veces se le asocia como titular o medallista. El judoca Omar Cruz conoce las implicaciones de esa responsabilidad y cumplió con ellas recientemente. Fue uno de los dos
atletas escogidos para llevar el pabellón cubano en la primera edición de los Juegos del Caribe, efectuados en Guadalupe, y de allí regresó coronado, tanto a nivel individual como colectivo.

Cruz le contó a JR que la designación lo tomó por sorpresa. Minutos antes de tomar la guagua para acudir al abanderamiento en La Habana le comunicaron la noticia y él asumió ipso facto. Sabía que la medalla por la que lucharía en el torneo caribeño no podía ser otra que la de oro.

Camino al cetro, solo tuvo que realizar dos combates, ambos ganados por ippon, ante el guyanés Samuel Sanon y el local Mathieu Lalbisson-Roy. En su segundo título internacional en la categoría de + 100 kg, influyó la preparación realizada en los tatamis del Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento Cerro Pelado, con las figuras de la selección nacional de mayores, Iván Silva y Andy Granda.

«Sabía que era una competición menos exigente, pero tenía una carga muy grande sobre mis hombros, porque fui campeón en los primeros Juegos Panamericanos Junior, en Cali, y mi país me eligió como su abanderado. Afortunadamente cumplí el objetivo y aporté para que Cuba pudiera terminar en la primera posición del medallero. Se vio la calidad de los atletas jóvenes antillanos, quienes, sin tener las posibilidades de entrenamiento de deportistas juvenil de naciones desarrolladas, pudieron vencer. Estoy muy orgulloso de todos los miembros de la delegación», aseguró el oriundo del municipio artemiseño de San Antonio de los Baños.

Como bien dijo el peso pesado de 18 años, fue uno de los monarcas de la comitiva cubana que intervino en noviembre pasado en la fiesta deportiva juvenil continental, celebrada en la ciudad colombiana de Cali, donde ocupó el centro del podio después de salir airoso en cuatro combates, incluido el de la final contra el argentino Alejo Burgos, a quien él y su colectivo de entrenadores habían estudiado por tener varios enfrentamientos internacionales. El triunfo llegó gracias a un contrataque del artemiseño que terminó en ippon.

«En el primer año de la pandemia apenas pude prepararme y llegué a pesar 140 kilogramos. Ya en 2021 me llamaron del Cerro Pelado para informarme que estaba en el grupo que viajaría a la competición en Cali y eso me llenó de alegría. Entrené con mucha fuerza con mis profesores, quizá como hacía tiempo no lo lograba, y luego me
ayudaron Granda y Silva. Durante la competición me salieron bien las cosas y pude conseguir el rendimiento deseado, resultado de todo el sacrificio de varios meses. Ese fue mi primer gran desempeño», declaró.

Dentro de un mes aproximadamente volverá a asumir otro compromiso en el extranjero, cuando intervenga en una lid de primer nivel como es el Mundial juvenil, del 10 al 14 de agosto en Guayaquil, Ecuador. Su meta está definida: retornar a la Isla con una presea.

Dos sirenas de oro

La natación fue el deporte más destacado por Cuba en tierra guadalupeña, con una cosecha de nueve títulos, nueve medallas de plata y otras 13 de bronce. Seis de esas coronas fueron obtenidas por Andrea Becali (4) y Lorena González (2), quienes junto a Rodolfo Falcón (3) tiraron del carro para confirmar el dominio de nuestro país en las piscinas de la cita caribeña.

Para Becali, principal medallista por la Mayor de las Antillas, el certamen regional fue una experiencia muy enriquecedora a nivel personal y también como atleta, pues le permitió conocer y compartir con nuevos colegas de países cercanos. Además, reconoció la relevancia que tuvo al ser la primera experiencia internacional para varios de sus compañeros del equipo nacional.

Actualmente, Andrea reconoce que, tras los excelentes resultados obtenidos en Guadalupe, necesita concentrarse fundamentalmente en mejorar y seguir compitiendo en los eventos de espalda, así como en seguir ayudando a la delegación con su aporte desde el agua.

«Quiero mantener mis tres eventos de espaldas: los 50, los 100 y los 200 metros, que son prioridad fundamental para mi desarrollo deportivo. Además, necesito prepararme bien para los 200 estilo libre, que forma parte de la posta que haremos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) en busca de una medalla», explica Becali.

Más allá de su especialización como espaldista, la prometedora ondina no duda en admitir que el principal espectáculo para ella sigue siendo el de los relevos, prueba colectiva en la que obtuvo varios premios en la reciente justa y que le brinda una sensación de disfrute que no consigue en ninguna otra competencia.

De cara a los próximos eventos, la tetracampeona caribeña se encuentra ya con la mira puesta en el torneo de la Federación de Natación de América Central y el Caribe, conocido como
CCCAN, en la cual se lanzará en la prueba de diez kilómetros en aguas abiertas en busca de la clasificación a la cita centraocaribeña que organizará San Salvador el año entrante.

Más adelante, estará también en el Campeonato Mundial de Natación en Piscina Corta que se realizará en Melbourne,
Australia. En esa cita de élite, sus metas son, en esencia, mejorar sus marcas y pulir todos los detalles posibles en sus principales pruebas.

Finalmente, Becali se refirió al enorme sacrificio que hacen ella y sus compañeros del plantel nacional para sacar adelante un deporte cuya preparación en un país como el nuestro siempre tiene desventajas con respecto a otros lugares con más desarrollo.

«Haber logrado estos resultados ha sido muy grande, en primer lugar porque son el fruto de mucho sacrificio y concentración constante luego de dos años de pandemia. Además, hemos tenido que lidiar con ciertas dificultades en las condiciones de entrenamiento, entre las que se incluye el tema de la temperatura del agua en el complejo de piscinas Baraguá y los suplementos alimenticios que nos ayuden a recuperarnos ante las altas cargas de entrenamiento, elementos que de lograr una mejoría nos podrían dar un buen impulso para dar el salto de calidad a nivel continental incluso», refirió Becali.

Por su parte, Lorena González es bastante directa cuando describe su participación y la cosecha que tuvo en los Juegos del Caribe:

«Sinceramente estoy muy sorprendida con mi actuación en estos primeros Juegos del Caribe, porque superé mi pronóstico de medallas y además realicé mis mejores marcas del año, aunque en algunas no las que tengo registradas oficialmente», confesó Lorena en exclusiva a JR.

Para ella, la actuación de los nadadores cubanos en la reciente justa múltiple quedará para la historia no solo por el número de medallas alcanzadas, sino por la forma en que se vieron sus compañeros. «Fue una demostración que valoro de excelente, no es fácil obtener 31 medallas en los primeros juegos del Caribe, por ese motivo todos nosotros estamos felices, fue una experiencia maravillosa e inolvidable», cuenta.

Tras vivir momentos memorables en el evento del Caribe, Lorena comentó sentirse en un estado físico y mental mejor incluso que el que sintió cuando estuvo en una beca en Rusia durante 2021.

Para Lorena, llegar a este punto y demostrar de forma contundente cuánto ha evolucionado favorablemente su rendimiento como atleta significa un gran paso de avance, más que todo luego de lo que ella misma considera como una etapa bastante complicada en todos los sentidos de su vida.

«Poco a poco he ido superándome, sin dejar de destacar aquellas personas que nunca han perdido la fe y la esperanza en mí, como a mis entrenadores Luisa María Mojarrieta y Jasiel Hernández, quienes en todo momento han mantenido un gran apoyo. En cada paso que he dado no solo en el deporte, sino en mi vida, mis técnicos han estado. También, por supuesto, mis padres, familiares y amigos, que sin su apoyo nada de esto sería posible», reconoce González.

«Creo que he sabido cómo salir de los obstáculos que se me han presentado y con ayuda de Dios todo está marchando como debe ser, aún falta superarme y prepárame mucho, pero ya estamos trabajando en base a todo eso para llegar con mucha mejor preparación a los siguientes eventos que se desarrollarán pruebas», finalizó.

Abriendo el camino con un balazo

Al atletismo cubano también le fue bien en Guadalupe, con un saldo de cuatro doradas, cuatro plateadas y un par de bronces. Entre todos sus representantes, Juan Carley Vázquez fue uno de los más importantes no solo porque confirmó su favoritismo y se llevó el título en el lanzamiento de la bala, sino porque él abrió la casilla de los títulos en el campo y la pista.

«La competencia fue interesante y, aunque mi disparo de 18,09 metros no estuvo muy cerca de mi mejor resultado, que es de 18,84, sí tuve oportunidad para hacer varios lanzamientos y pulir la técnica», comentó quien fuera monarca mundial de la categoría sub- 20 en el campeonato organizado en Nairobi, Kenia, el año pasado.

«Ahora lo que queda es seguir entrenando para el torneo centroamericano que tenemos en agosto. Hasta entonces hay programadas dos confrontaciones dentro del equipo nacional, en las cuales mi deber es mejorar mis marcas y ganarme el derecho a volver a dar la cara por Cuba», explicó Juan Carley.

Un goleador de todas las áreas

El futsal cubano tuvo también un paso excelente por la vecina isla caribeña. Campeones invictos del certamen, los discípulos de Osmel Valdivia cumplieron con las tres «G» que todos quisieran: ganar, gustar y golear, y terminaron cerrando la actuación cubana con la corona número 21 de la delegación.

Una de las figuras fundamentales del elenco fue el cienfueguero Dorgis Rajadel, quien hizo seis tantos —hat-trick ante Martinica, uno a Curazao y doblete frente a Surinam en la final—.

Dorgis, quien ya había sido el principal delantero de los Marineros en la edición Apertura de la Liga Nacional de Fútbol, tenía también un recorrido en las salas, en donde había participado en varios eventos nacionales. Luego de sobresalir también en la segunda etapa de la justa doméstica de futsal, durante la cual anotó cuatro goles para el plantel sureño, fue elegido por Valdivia para integrar el plantel que viajó a los juegos regionales.

«Tuvimos siempre toda la confianza del técnico y salimos muy seguros de que podíamos hacer un buen trabajo sobre la cancha. Afortunadamente, tuve un debut estelar, con tres goles desde la posición de pívot, y en lo adelante las cosas solo siguieron mejorando, hasta que logramos celebrar el título», relató Rajadel.

Lorena (primera) y Becali celebran uno de sus títulos, obtenido junto a Maikol Rabí (extremo izquierdo) y Julio Calero. Foto: Rudens Tembrás/Jit

Omar Cruz se presenta desde ya como uno de los atletas que más. Foto: José Tito Meriño/ PL

Más allá del oro en Guadalupe, Juan Carley quiere mejorar sus marcas. Foto: Roberto Morejón Rodríguez/Jit

Dorgis Rajadel (al centro) fue uno de los principales goleadores cubanos. Foto: Roberto Morejón Rodríguez/Jit

Las medallas de Cuba en Guadalupe 2022

ORO (21)

Natación (9): Rodolfo Falcón Jr. (1500 m libres y aguas abiertas), Andrea Becali (100 m y 200 m espalda y 400 m libres), Dainé Pedré (400 m
combinados), Maikol Rabí (100 m mariposa), Lorena González (200 m mariposa) y relevo mixto combinado 4x100 m (F. Rodríguez, L. González, J. Calero y A. Becali).

Judo (5): Idelannis Gómez en los 70 kilos, Kimy Bravo (73 kg), Sergueis Rodríguez (90 kg), Omar Cruz (+100 kg)
y competencia por equipos.

Atletismo (4): Juan Carley Vázquez (bala), Greisys Roble (100 m c/v), Andy Hechavarría y Daily Cooper (800 m).

Ciclismo (2): Daymelín Pérez (contrarreloj individual) y Aylena Quevedo (ruta).

Futsal, equipo (1).

PLATA (16):

Natación (9): Fermín Rodríguez (100 m y 200 m espalda), Dainet Pedré (200 m combinados individual y 200 m pecho), Jhonatan Pérez (200 m
combinados individual y 50 m espalda), Andrea Becali (200 m libres), Vladimir Hernández (aguas abiertas) y relevo mixto 4x100 m libres (J. Pérez, L. Estrada, A. Becali y E. Fernández).

Atletismo (4): Marinailys Silva (jabalina), Yanisley Carrión (salto largo), Keily Pérez (100 c/v) y relevo 4x100 (F).

Ciclismo (2): Daymelín Pérez (ruta) y Aylena Quevedo (contrarreloj individual).

Judo (1): Thalía Nariño (+70 kg).

BRONCE (16):

Natación (13): Vladimir Hernández (1500 m libres), Daine Pedré (100 m pecho), Julio Calero (50 m, 100 m y 200 m pecho), Lorena González (100 m mariposa y 200 m libres), Ernesto Fernández (400 m combinados), Maykol Rabí (200 m mariposa), Andrea Becali (50 m espalda y aguas abiertas), Laurent Estrada (100 m libres) y Rodolfo Falcón Jr. (400 m libres).

Atletismo (2): Leonardo Castillo (400 m) y Suany Rodríguez (400 m).

Judo (1): Elidiany Martínez (57 kg).