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Duplantis ya mira a los 6,20 como una meta cercana. Autor: AFP Publicado: 07/03/2022 | 08:44 pm
Centímetro a centímetro esculpe Armand Duplantis su leyenda, con la misma facilidad con que enhebra el campesino las hojas de tabaco, casi con la paciencia que presume el albañil al levantar las paredes, bloque a bloque. Y si tropieza, va al segundo intento con más ímpetu. Como fiera herida. Con el orgullo rasgado, la furia potencia el de por sí descomunal talento.
Todos saben que «Mondo» es un fuera de serie, sí, pero incluso con semejante caché a sus escasos 22 años el sueco deja un bofetón en cada brinco con pértiga, como un ramalazo de realidad en forma de pregunta: ¿en serio volvió a romper el récord del mundo? Este lunes lo hizo. En la Stark Arena de Belgrado, donde en apenas dos semanas tendrá lugar la cita universal bajo techo, superó en un centímetro la anterior plusmarca en poder de — ¿quién si no? — él mismo.
Y a este paso, más que asombro, da miedo. En Serbia dio por pequeños seis metros con 19 centímetros. Y así, pedacito a pedacito, palmo a palmo, los 6,20 metros, otrora altura prohibida, ya parecen puro trámite. La incógnita es cuándo y dónde. Faltará, quizá, que alguien ponga en dudas sus opciones. Algo así como hacerle cosquillas al gigante.
Bajo techo de la pista belgradense, en la tercera y última oportunidad que tenía para gritar por fin que es otra vez recordista universal, el roce ligero de las rodillas fue insuficiente para derribar la varilla. Sonrió en el viento, sabedor de su éxito, y corrió a celebrarlo con su novia tras el oro agridulce de los Olímpicos de Tokio.
El calificativo de agridulce, que muchos considerarán injusto o exagerado en este caso, él mismo lo adjudica a la imposibilidad de romper precisamente su propia plusmarca. Tal parece que el oro ya le sabe a poco. La garrocha hace rato que ha dejado atrás el extenso reinado del ucraniano Bubka o el brillo del francés Lavillenie. Monarca hay solo uno, nació en Luisiana y habla con acento nórdico.
Así son los deportistas legendarios. Inconformes hasta las últimas consecuencias. Por eso debemos estar convencidos de que los 6,19, tan cercanos a los 6,20, representan hoy solo un estímulo y podría ser precisamente Belgrado la tierra bendita que vea con sus ojos la próxima gesta. Muy pronto el sueco saldrá allí con un reto apasionante. Si es así con 22 años, resulta curioso saber qué dejará para su madurez física y técnica con par de abriles más. Vivir para ver.
Lescay, tercero y sin boleto
En esta misma jornada, el cubano Lester Lescay ocupó la tercera plaza en el evento de salto largo gracias a un estirón de 8,01 metros, aunque esta marca no le valió para clasificarse al próximo Mundial bajo techo que será allí mismo dentro de diez días.
Lescay completó cuatro intentos válidos, todos ellos por encima de los 7,78 metros, pero no logró acercarse a los 8,22 exigidos por la World Athletics para ganarse un cupo en la cita del orbe bajo techo, por lo cual terminó la jornada con un sabor agridulce para la Mayor de las Antillas, que tendrá en el bronce olímpico Maykel Massó a su único representante en esta prueba durante la venidera lid planetaria.
La justa fue dominada por el campeón olímpico, el griego Miltiadis Tentoglou (8,25 m), mientras que el segundo puesto fue ocupado por Thobias Montler (8,23 m), de Suecia.
