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El Buque navegó con éxito… otra vez

Ocho medallas doradas, una plata y un bronce fue el saldo del boxeo en Lima 2019

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Lima.— Diez días de competencia habían pasado y el resultado era todavía agridulce. Solo las medallas de tiradores y canoístas sumaron al marcador dorado de Cuba en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y aunque también se escucharon algunas sonrisas en otras disciplinas, todavía faltaba más.

En Callao, muy cerca del aeropuerto internacional Jorge Chávez, estaban depositadas las esperanzas de Cuba de escuchar nuevamente el himno nacional. Nueve de diez hombres tenían pasaje para las finales que se iban a efectuar sobre el ring del coliseo Miguel Grau. Solo el combativo minimosca (49 kg) Damián Arce se quedó fuera de la última fase.

La primera noche de combates, la bandera de la estrella solitaria subió cuatro veces a lo más alto, y un día después, la historia se repitió igual cantidad de veces. Ocho coronas fue el saldo total, más una plata de Yosbani Veitía (52 kg) que bien pudo haber sido de un mejor color.

Tras la clausura de su actuación, sería indispensable hacer un balance de lo demostrado por la tripulación del Buque Insignia en tierra limeña.

Para empezar, hay que mencionar la excelente nota que sacó el debutante Osvel Caballero, un púgil que aún tiene un margen de mejora, pero que en su primer evento internacional de relevancia sobrepasó las expectativas. Aunque se encuentra en la difícil división de 56 kg, quién sabe si pudiera ser el Arlen López de este ciclo olímpico.

Para seguir el recorrido, hablaremos precisamente del púgil guantanamero de los medianos (75 kg), quien logró retener su título de hace cuatro años. Sin embargo, lo más importante de esta actuación fue la forma física y la concentración con que se presentó Arlen, lo cual hace pensar en una recuperación definitiva del slump en que cayó luego de ganar su oro olímpico de Río de Janeiro 2016.

Dainier Peró, titular de los superpesados (+91) fue otra de las notas interesantes de estos juegos. El tema es que el camagüeyano no solo fue el mejor de su división, sino que retuvo la primacía que estaba en su familia desde la pasada edición de los juegos, cuando su hermano Leinier fue campeón continental. Sin miedo a equivocarme, me atrevería a decir que este es un caso sin precedentes en la historia de estas competencias.

Por supuesto que a la hora de destacar desempeños excelsos, toca hablar de Julio César La Cruz, Andy Cruz, Roniel Iglesias y Lázaro Álvarez, quienes asumieron la responsabilidad que les tocaba como los representantes más establecidos del plantel conocido como los Domadores. Más seguros que una caja fuerte, estos cuatro mosqueteros dejaron claro por qué Cuba sigue estando entre la élite del planeta.

Para cerrar, hay que mencionar a Erislandy Savón (91 kg), cuya presea fue tal vez la más discutida junto a la de Veitía. Para nada se trata de criticar el trabajo del espigado atleta, rey del orbe en 2017, aunque sí debemos decir que el veredicto de su combate final no fue el más justo que hayamos visto alguna vez.

Ahora a los peleadores de la Mayor de las Antillas les queda un reto enorme en lo que resta de temporada. El campeonato del mundo de Ekaterimburgo, Rusia, será entre el 7 y el 21 de septiembre, y significará la prueba previa al torneo clasificatorio rumbo a Tokio 2020. Esperemos que el barco siga la misma ruta.

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