El equipo ultima detalles de su preparación en el Latino bajo la mirada de técnicos con mucha experiencia. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:49 pm
No descubro el Mediterráneo al aseverar que cambiar la mentalidad resulta una de las cuestiones más difíciles afrontadas por el ser humano, como lo confirma, por ejemplo, el polémico tema de los refuerzos en los equipos domésticos de béisbol y, aun más cuando se trata de la integración para un evento como la Serie del Caribe.
Los incorporados al equipo Granma desbocaron los comentarios no solo a favor o en contra de los seleccionados, sino también de muchísimos opuestos a esa medida que, ciertamente, tampoco resulta de sello nacional.
Los refuerzos, por lo general, sustituyen a los jugadores que no fueron regulares durante la competencia por otros de mayor calidad y, consecuentemente, de un desempeño más seguro en sus respectivas posiciones. Incluso estos pueden llegar a la titularidad.
Todos los equipos que competirán contra los Alazanes en la Serie del Caribe, por un motivo u otro, han tenido que realizar cambios en sus nóminas. Para la dirección de esos conjuntos y sus países constituye una prioridad ganar el torneo que otorga un aval de incuestionable prestigio. A diferencia de acá, allá no arman tanta bulla por este motivo que asumen como una cuestión natural y sabia.
Dejemos claro que en ligas nacionales también resulta aceptado tener jugadores de otras naciones como, por ejemplo, hay peloteros cubanos jugando en Japón y perspectivas de ampliar la participación cubana en el extranjero.
Esa concepción, enraizada en la mentalidad popular de esos países, está sustentada en el afán de que gane su equipo, aunque tenga uno de Katanga u otro del mismísimo lugar donde el diablo dio las tres voces. Sigue chocando, pero debemos despojarnos de esas ideas a destiempo.
Estamos en otra época y circunstancia. Debemos despertar a los nuevos horizontes que, sin duda, son para bien a fin de insertarnos en ese mundo del que somos parte sin relegar nuestros genuinos principios y convicciones.
Lo que es bueno para nuestro béisbol vale. Entonces, bienvenidos los refuerzos, mientras que 12 jugadores son puros alazanes. Allí, en la Ciudad de Culiacán, el equipo de Granma que le dio el alegrón a su provincia de conquistar el Campeonato Nacional tras 40 años de irse en blanco, asumirá la representación de Cuba en la Serie del Caribe, y va resuelta a tratar de dignificar, con una buena actuación, la valía de nuestro pasatiempo nacional que llevamos en el alma y el corazón.
Cuba en el Caribe
El protagonismo histórico de Cuba en la Serie del Caribe se resume en ocho coronas, válidas para ser el cuarto país más ganador, solo superado por República Dominicana, (19), Puerto Rico (14) y México (9).
El último triunfo cubano, tras incorporarse en 2014, luego de más de 50 años de ser excluida de ese certamen, lo logró el equipo Vegueros de Pinar del Río en 2015.
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