La guantanamera Clenia Noblet está llamada a ser el referente ofensivo de las cubanas. Autor: FIBA Publicado: 21/09/2017 | 06:33 pm
No se le puede pedir peras al olmo. Ganarle al potente elenco local era una gran exigencia y, para ser sensato, no figuraba como la más clara ambición de las cubanas que batallan por uno de los cinco cupos que ofrece el Preolímpico de baloncesto con asiento en la ciudad francesa de Nantes. La derrota ante las galas se consumó por marcador de 67-83, mas ese tropezón inicial me lleva a un estado de tranquilidad y sobre todo optimismo, de cara al reto cardinal de las nuestras en esta justa.
Es halagüeño caer por diferencia de 16 cartones ante un plantel muy respetado, vigente subcampeón olímpico y con un rosario ininterrumpido de medallas desde 2009 (un oro, dos platas y un bronce) en los Campeonatos Europeos. Y las nuestras plantaron cara, síntoma evidente de que están en buena forma deportiva, ansiosas de «morder» nuevamente un pastel olímpico que no saborean desde la edición de Sidney 2000.
Las díscipulas de Alberto Zabala comenzaron con buen ritmo y eso se notó en el primer tiempo, concluido por un estrecho 15-20 favorable a las anfitrionas. Sin embargo, desde mi lejana apreciación, el partido se les escapó en la segunda manga: un desplome que derivó en que se fueran al descanso con pizarra adversa de 29-50. Insisto en que el encuentro se les escapó en ese momento, porque las caribeñas dominaron la segunda mitad por 38-33 (18-19 en el tercer tiempo y 20-14 en el conclusivo).
Ante la ausencia por maternidad de una guía ofensiva como la espirituana Yamara Amargo, le correspondió a la ala-pívot guantamera Clenia Noblet llevar la voz cantante con 17 unidades. Además, se mostró muy efectiva en los rebotes, al ser la máxima acumuladora del choque en este importante departamento, con un total de 11, todos defensivos. La secundaron la alero pinareña Anisleidys Galindo con 15 puntos y la armadora santiaguera Ineidis Casanova con diez, en tanto la vueltabajera Arlenis Romero coló dos encestes de tres puntos.
Por las alumnas de Valérie Garner, superiores en casi todos los indicadores de juego —se mostraron perfectas en los 11 tiros libres que efectuaron—, resaltó la pívot Endy Miyem con 19 cartones, seis rebotes y dos asistencias.
Las antillanas concentrarán ahora todas sus fuerzas para doblegar mañana a Nueva Zelanda, equipo que realmente es el rival asequible de la llave A, aunque presuma de tres asistencias a citas estivales y un título y 15 preseas plateadas en los Campeonatos de Oceanía, pues siempre han tenido como hueso duro al quinteto de Australia. De ocurrir el anhelado éxito, como única vía de mantenerse en pugna, las antillanas avanzarían a los cuartos de final, fuerte instancia en la que una victoria les abriría las puertas a la magna cita multideportiva de Río de Janeiro.