Cuba y México se enfrentaron en el estadio Soldier Field de Chicago por la clasificación dentro de la Copa de Oro de fútbol. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:13 pm
La escandalosa goleada que le recetó México a Cuba (6-0) por el grupo C de la Copa de Oro de fútbol, ya es historia. Una más. Pero como reza el viejo adagio, «a perro flaco, todas son pulgas». En el deporte, el infortunio también golpea al más débil y algo similar le sucedió a Cuba el pasado jueves en el estadio Soldier Field, de Chicago.
En sus últimas presentaciones, los cubanos no mostraron argumentos para pensar que puedan pasar ahora la fase de grupos. Todo lo contrario. Pero hay más. A la goleada de 4-1 sufrida contra el New York Cosmos y la eliminación de la ruta mundialista hacia Rusia 2018 frente al pálido cuadro de Curazao, se sumó ahora que su primer rival fue México, una potencia en la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe (Concacaf).
Ante los aztecas, Cuba usó jugadores que habían partido el pasado martes en un primer grupo hacia Chicago, muchos de ellos sin pisar el pasto ante el Cosmos o contra los curazaleños. Y usted se preguntará, ¿cómo es eso, que a estas «alturas del juego», sabiéndose que Cuba estaba clasificada para la Copa de Oro, se halla fragmentado el equipo?
Les comento que el director técnico Raúl González Triana y seis alumnos de la escuadra sub-23, que recientemente enfrentó una fase de la eliminatoria olímpica en Antigua y Barbuda, se quedaron varados en esa isla porque los encargados de implementar su regreso, no respondieron a tiempo. De tal forma, llegaron tarde a Cuba sin poder solventar con tiempo el tema del visado hacia Estados Unidos. Este fatal desliz se pagó caro, pues esos seis muchachos, de buen rendimiento en los Juegos Centrocaribeños de Veracruz 2014, hubieran sido regulares en la alineación contra México.
Así, el segundo entrenador Walter Benítez no se hubiera visto en la necesidad de abrir con varios jugadores de la banca. Como ejemplo cito que el primer delantero Maykel Reyes estaba en Cuba y su sustituto Keyler García abandonó la delegación al llegar a Chicago. Entonces, el timonel debió utilizar un «falso nueve» con Armando Coroneaux.
¿Se imagina usted con tantas adversidades, enfrentar a figuras del calibre de Oribe Peralta, Carlos Vela, Andrés Guardado, Héctor Herrera o Jonathan Dos Santos —por solo citar estos ejemplo—, sin apenas haber tenido algo de «trabajo de grupo» durante las últimas jornadas? Imposible acuñar un digno papel.
De los seis goles mexicanos, tres fueron al aval de Peralta, en tanto Vela, Guardado y Gio Dos Santos —como jugador de cambio—, marcaron uno per cápita.
Esperemos entonces que para el juego de mañana contra Trinidad y Tobago, en Arizona, sí esté Cuba con equipo completo. Al cierre, el sexteto aún no había salido. ¿Qué me dicen?