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Luego de los tormentosos días iniciales, comienza a salir el sol para el equipo cubano que, por obra y gracia de un importantísimo triunfo frente a su similar de Chile en cuatro sets, pasó momentáneamente del penúltimo al segundo escaño del grupo B, en el Campeonato Mundial juvenil para hombres que se disputa en tierras mexicanas.
El éxito anterior frente a los japoneses fue una brisa para los nuestros en medio de las calurosas temperaturas de Mexicalli, donde los dirigidos por Rodolfo Sánchez salieron a «comerse» a los australes, y casi lo logran en tres mordiscos.
En el tramo de apertura no bajaron en ningún momento la intensidad y se impusieron con un claro 25-21, y luego pusieron el duelo a punto de mate con otro favorable 25-20.
Pero los chilenos, hasta entonces anclados en la segunda posición de la tabla por sus sorprendentes resultados, enseñaron el colmillo y evitaron la barrida al imponerse con pizarra de 25-17.
La respuesta fue una dosis de su propia medicina, y en la cuarta manga cerraron la faena con el pie en el acelerador dejando en apenas 16 puntos la producción «enemiga».
Notables fueron los números que esta vez subió a su cuenta el opuesto Luis Jimeno, un jugador que no había estado a la altura de sus potencialidades. Esta vez firmó 24 unidades, dos de ellas con el bloqueo y una desde la línea de los servicios.
Osmani Uriarte, otro de los puntales del equipo, aportó 19 cartones; Yohan León consiguió 11, y de conjunto lograron reducir los errores no forzados hasta 16, una de las claves para asegurar el triunfo.
De tal forma, el equipo cubano (siete puntos) aseguró, al menos, pasar a la siguiente fase como tercero de su llave. La posición pudiera ser mejor en caso de un tropiezo de Turquía (5) frente a los actuales líderes argentinos (8), en el choque que bajaba el telón de la fase clasificatoria al cierre de esta edición.
