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Aunque ha sido uno de los más estables, el artemiseño Yadier Pedroso quedó fuera por su reciente rendimiento. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm

Cada anuncio de un equipo cubano es fuente de polémica. Sin embargo, nadie imaginaba que, a poco más de dos meses de la celebración del III Clásico Mundial, la temperatura beisbolera en nuestro país llegara a tan altos grados.

Más allá de mis concordancias y desacuerdos con lo anunciado —que los tengo—, debo reconocer que esta nómina preliminar ha estremecido los fundamentos de sus predecesoras. Y enhorabuena por eso.

También tendría que sumarme al criterio de que para su confección no se midieron a todos por igual, y tal vez esa sea una de las fuentes de inconformidad casi generalizada.

Además de la forma, también se cuestiona el método, porque vivimos mucho tiempo hablando del rendimiento, y este no será nunca el único aspecto a medir si se quiere hacer un equipo de pelota, y no una selección de estrella.

Y sin el más mínimo ánimo de justificar ausencias e inclusiones, creo que se utilizaron muchas varas para determinar por qué Rusney y no Varona, y sí Ibáñez, Luis Felipe Rivera o Wilber Pérez.

Días antes de divulgarse el listado de 28 jugadores, nuestro inquieto estadístico Benigno Daquinta me hizo llegar una compilación bastante interesante con estadísticas que apuntalan la consistencia de algunos lanzadores durante las tres últimas campañas.

Si solo se midiera el rendimiento, no habría que pensar mucho para elegir los 14 pitchers con mejores opciones de representarnos exitosamente,  y aunque en el listado aparecen varios «fijos» en cualquiera de nuestras selecciones, hay otros que no estarían en los planes de muchos. Y, caprichosamente, también resaltan algunos que esta vez quedaron fuera de la convocatoria.

Para confeccionar la tabla se seleccionaron aquellos lanzadores que entre las últimas tres Series Nacionales han sumado 20 triunfos o más, han promediado por encima de 550 en la relación ganados-perdidos, y tener un WHIP por debajo de 1,50. Este último apartado significa que por cada entrada de actuación se le embasa menos de un bateador y medio.

Como es natural, podían ser otros los parámetros, como por ejemplo el promedio de carreras limpias permitidas, la frecuencia de poches, etcétera. Pero se escogieron estos tres porque la cantidad de juegos ganados y el promedio son numeritos de extrema importancia para validar la calidad de un lanzador. Y el WHIP es una estadística de la que se habla poco, aunque muchos la consideren más importante que las otras dos.

Ahora, los invito a darle un vistazo a la tabla adjunta, y cada quien podrá determinar cuán importante parece ser el rendimiento estable a la hora de seleccionar su particular equipo.

Resultados del viernes

Resultados del jueves