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La pistola más rápida

El cubano Leinier Domínguez obtuvo la corona en la Supercopa de ajedrez rápido de San Petersburgo

Autor:

Abdul Nasser Thabet

Recordando sus buenos tiempos de monarca en el Campeonato Mundial Blitz de 2008, el cubano Leinier Domínguez (2734 puntos Elo) se adjudicó el título de cowboy más temido en tierras rusas —al más puro estilo de John Wayne—, tras conseguir la corona en la Supercopa de ajedrez rápido de San Petersburgo.

El güinero «baleó» hasta la muerte a cinco de sus rivales, entabló con media decena y sangró frente a uno. Así, sumó 7,5 rayas en 11 presentaciones, similar acumulado que el anfitrión Peter Svidler (2747) —con quien logró la paridad—, pero con mejor suerte en el sistema de desempate.

Los cotejos estuvieron pactados a 15 minutos y supusieron una dura prueba, pues hace solo días el antillano terminó la primera parada del Grand Prix, acaecida en Londres, Inglaterra.

El próximo jueves nuestro muchacho verá acciones en el Campeonato Europeo de Clubes, con sede en Israel, en donde compartirá equipo con el propio Svidler, el armenio Sergei Movsesian (2699), el ruso Nikita Vitiugov (2691) y el ucraniano Zahar Efimewnko (2689).

Carlsen toma desquite

La segunda y definitiva fase de la Final de Maestros de Ajedrez, pactada en Bilbao hasta el 13 de octubre, comenzó este lunes con una vendetta empapada en sangre, pues Magnus Carlsen (2843), el Mozart del juego ciencia, tomó desquite ante el italiano Fabiano Caruana (2772). Mientras, el resto de los contendientes se iban al descanso firmando la paz sin mucho alboroto.

La pugna entre estos dos «monstruos» andaba pareja a la altura del lance 49, pero un grupo de imprecisiones del chico del Mediterráneo inclinó la balanza a favor del noruego —líder del escalafón mundial—, quien aprovechó la gracia del primer movimiento para «desguasar» al bambino en un epílogo de dos peones y alfil contra alfil, finiquitado en 66 movimientos de una Defensa francesa.

El paisano de Américo Vespucio —primero en comprender que las tierras descubiertas por Colón formaban un nuevo continente—enchufó su brújula y navegó con suerte en Sao Paulo, Brasil, cuando en el pulso inicial de la lid desbaratara al niño genio del juego ciencia, haciendo un claro alarde de excelente forma deportiva.

Pero esta vez el itálico no pudo ante el hambre del ensimismado Carlsen, resuelto a limpiar su nombre y morder con la furia de un caimán en ayunas.

Por otra parte, el ruso Sergey Karjakin (2780) dividió con el armenio Levon Aronian (2821), conduciendo figuras claras, y Francisco Vallejo (2700), de España, firmó el armisticio ante el indio Viswanathan Anand (2780), vigente monarca universal.

Aun manchado con la tinta de su primera capitulación, Caruana domina la tabla general con 11 unidades, seguido del propio Carlsen y Aronian, con nueve y ocho puntos, respectivamente. Después se ubican Anand con seis, y dos menos tiene Vallejo y Karjakin.

Recuerden que en este Grand Slam se aplica una vez más el sistema Bilbao de puntuación: tres «kilos» por encuentro ganado, uno por el empate y la derrota no puntea. Igualmente prima la regla Sofía, según la cual solo el árbitro tiene potestad para determinar si una partida es tablas, evitando los pactos entre jugadores.

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