20
Yalieski Diéguez, lanzador de La Isla, recibió el viernes un castigo despiadado. Fue el segundo serpentinero en subirse esa tarde a la colina de los suspiros, después que el abridor Luis Manuel Suárez aceptara seis carreras limpias sin sacar outs en la primera entrada.
Sin embargo, con Yalieski el fuego creció en lugar de apagarse, pues soportó 14 hits y 13 carreras limpias en 2,2 innings. A esas alturas, el mentor de los pineros ya daba el juego por perdido, pero torturar así a un lanzador es contraproducente.
Imagínense que rozó el récord de más anotaciones permitidas en un juego (15), el cual data desde el 1ro. de marzo de 1969. Ese día, Abelardo Gutiérrez, de Vegueros, soportó un vendaval del conjunto Granjeros.
Luego, según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta, los bateadores de Santiago le marcaron también 15 carreras al espirituano Francisco Matamoros, el 5 de febrero de 1984.
Desconozco los motivos que impulsaron al manager de La Isla, aunque lo sucedido es otra muestra de que la Serie Nacional necesita remiendos urgentes. Para los pineros, Metropolitanos y Camagüey, jugar los 90 partidos este año será una odisea.
Este sábado, por ejemplo, los pineros mostraron otra cara en el estadio Sandino, pero tampoco pudieron ganar. A su vez, los Metros fueron apaleados por Ciego de Ávila.
¿Qué motivación tienen ahora mismo esos atletas? Ellos saben que ni el doctor House puede curar sus padecimientos y deben soportar estoicamente las bromas de la gente en cada escenario. Así no llegaremos a ninguna parte.
De tal manera, además de darle el visto bueno a un tipo de Selectiva que ya se cocina, las autoridades del béisbol cubano deben aprobar ciertos ajustes para la Serie Nacional. Ya lo dijo el poeta: «aferrarse a las cosas detenidas, es ausentarse un poco de la vida, la vida que es tan corta al parecer…»
Un primer paso —insisto— puede ser eliminar la jornada de los viernes y darle un respiro a todo el mundo. Tampoco hacen falta tantos partidos si renace la selectiva.
Sé que los estadísticos protestarán con cierta razón por una nueva estructura, pero de todas formas, tal y como van las cosas, ahorita tampoco tendremos récords en pie. ¿No les parece?
