Luego de una intensa temporada, y con el habanero Leinier Domínguez acariciando un sitio en el Olimpo del ajedrez, los trebejistas cubanos tomarán apenas un aire en este fin de año, pues enero nos traerá enseguida la celebración de los campeonatos nacionales en uno y otro sexo.
Según nos confirma Carlos Martínez Laporte, el certamen femenino se adelantó y ahora comenzará el día 4, en Holguín, así que coincidirá en fecha con el masculino, previsto a partir del 7 en Santa Clara.
Ambos eventos traerán novedades. Entre las chicas, por ejemplo, competirán dos debutantes: la capitalina Ivette Catalá (2136) y la santiaguera Yaniela Forgas. Por cierto, esta última no tiene ELO y complicará los cálculos sobre la categoría del torneo y los puntos necesarios para hacer normas de Maestra Internacional (MI) y Gran Maestra (GM). Pero la muchacha se ganó el puesto en la semifinal, así que será bienvenida.
El resto de la nómina es bien conocido. Estará la campeona del pasado año, la GM indómita Maritza Arribas (2332), así como sus homólogas Sulennis Piña y Vivian Ramón, quienes ahora tienen un idéntico ELO de 2294. También competirán las MI de mayor estirpe en estos momentos, encabezadas por la tunera Yaniet Marrero (2314) y la pinareña Lisandra Ordaz (2275), ambas con dos normas de GM.
Zenia Corrales (izquierda), considerada una promesa desde hace rato, y Jennifer Pérez, campeona nacional en 2006, intentarán enderezar el rumbo. Fotos: Juan Moreno El grupo, bastante heterogéneo, se completa con jugadoras de características diferentes: dos Maestras FIDE (MF) de mucha progresión en los últimos tiempos (tienen tres normas de MI), Lisandra Llaudy (2234) y Olennis Linares (2245); otras dos de las que seguimos esperando mejores resultados, Jennifer Pérez (2189, campeona nacional en 2006) y Zenia Corrales (2144); y una quinta que todavía no madura: Yerisbel Miranda (2098).
Finalmente, veremos a dos experimentadas que lograron nuevamente hacer el grado: Yuleikis Fleites (2217) y Asela de Armas (2135).
Como es tradicional, se jugará por el sistema de «todas contra todas» a una vuelta, un método justo, pero poco espectacular. ¿Será siempre así?
¿Campeón con cuatro partidas?Parece cosa de locos, pero es posible, tras el nuevo organigrama que se empleará en la contienda masculina.
El segmento inicial será el mismo que hace un año: un torneo Suizo a nueve rondas y 22 participantes. Los ocho mejores jugarán a continuación un todos contra todos, en busca de dos papeletas para las series por la corona. Los clasificados enfrentarían entonces a los GM Lázaro Bruzón y Leinier Domínguez, quienes fueron sembrados hasta esa instancia por ser el actual monarca y el líder del ranking doméstico, respectivamente.
Estos duelos tendrán un formato similar al empleado en la Copa del Mundo: dos partidas clásicas y semirrápidas —o rápidas, si fuera necesario— para definir en caso de empate. Los vencedores disputarán el título.
Pero algo no encaja en la mente de Carlos Martínez y en la mía: para llegar a semifinales, contra Leinier o Bruzón, hay que jugar nada menos que 16 partidas: nueve en la ronda inicial y siete en la segunda. Sin embargo, nuestros mejores jugadores, cuyo ELO se ha tratado de proteger al máximo, pueden ganar el campeonato con cuatro partidas. ¿Es eso justo? ¡Qué va! Hay que pensar en otra fórmula.