Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Para conquistar el título mundial hay que ir despacito

El arco y flecha se bate por la conquista de honores en los Juegos Nacionales Escolares

Autor:

Ricardo Quiza

Nahilín Perdomo Novales. Foto: Roberto Morejón LOS entrenadores de «la base» alientan en el campo de competencias de la EIDE de Cojímar a la simiente de glorias del arco y flecha que se baten por la conquista de honores en los Juegos Nacionales Escolares.

En la pléyade de futuros Robin Hodd, se nota ese entusiasmo tempranero de quienes miran al futuro, como son los casos de Nahilín y Carlitos, cargados de premios y aplausos.

Nahilín Perdomo Dovales, con solo 14 años de edad, ya guardaba en su maletín, antes de concluir la competencia, cuatro medallas de oro, una de plata y otra de bronce, además de un récord nacional de su categoría 13-14 años.

«Me embulló una amiguita y ahora este deporte me encanta», dice la debutante en estos torneos. Nahilín admira a Maydenia Sarduy, su coterránea de Jagüey Grande, Matanzas, quien con solo 19 años de edad se convirtió en la revelación de esta disciplina al clasificar para los Juegos Olímpicos de Atenas y ubicarse en el puesto 42 entre 64 excelentes competidoras de arco recurvo.

«Quisiera ganar para Cuba tantas competencias como Juan Carlos Stevens (29 en el ranking mundial)», expresa la estudiante que aprobó el octavo grado con 9,4 puntos, en la Academia de tiro de su zona.

Para Nahilín llegar al equipo Cuba es algo seguro, pero «hay que ir despacito», su avance se lo debe a los entrenadores Meivi y Adonis y tira mejor en la distancia de 20 metros. Además, piensa ser campeona mundial.

EL GUANABACOENSE

Carlos Quintana Díaz. Hace seis años Carlos Quintana Díaz se metió en los trajines de la arquería entusiasmado por el entrenador Víctor Rodríguez, y ya en el 2000 y 2001 era todo un campeón pioneril.

Ahora, en la categoría de 15-16 años, ha sido factor importante en los resultados de su equipo de Ciudad de La Habana, que incluye una primacía de nivel panamericano.

En la lid que finaliza este domingo, Carlitos luce en su pecho cuatro preseas doradas y el estímulo constante en plena batalla de su mamá Elsa, de la hermanita de siete abriles y del abuelo Emilio.

Estudiante de la EIDE José Martí, pasó para el undécimo grado con promedio de 98,5, le gusta la matemática y, como jovencito al fin, reparte su tiempo libre entre el baile con la novia, jugar pelota y fútbol.

—¿ A qué aspira Carlos?

—Llegar al equipo nacional y representar a Cuba. Cuento con nervios de acero, me paro firme frente a la diana y tengo buena concentración para triunfar. Los técnicos Didier Expósito y Rafael Castro me preparan adecuadamente y yo pongo de mi parte.

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