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La edad del Rey

Les presenta un perfil de la labor de Rey Vicente Anglada como director, al conocerse que estará al frente del equipo cubano que participará en los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe

Autor:

Raúl Arce

Aunque mediaron mis dos viajes de ida y vuelta —casi 3 000 kilómetros de carretera— entre La Habana y Santiago de Cuba, juzgué prudente no interrumpir, más allá de lo esencial, a Rey Vicente Anglada. La concentración de sus hombres en cada partido de la final beisbolera 2006, primero, y la euforia de la celebración, después, me hicieron tomar al silencio como medida de prudencia.

Tantos años acercándome a este hombre, sin embargo —lo admiré como atleta, lo respeto como director de pulso firme— me permiten esbozar algunas líneas acerca de sus frutos como timonel de Industriales. Se merece, nadie lo duda, un diploma de oro al cabo de cinco años al frente de los leones.

SIN MIEDO

Anglada tuvo al valor como divisa en el deporte, donde mostró sus portentosas cualidades a lo largo de diez años, y lo mantuvo cuando resultó, en contra de su voluntad, dramáticamente separado del terreno.

No tuvo miedo, tampoco, cuando confió en los jóvenes, al iniciar su etapa como director del equipo de sus amores, el Industriales que veneró desde su infancia.

Así le dio la bola a Deinys Suárez, cuando enfrentó a Pinar del Río, durante los cuartos de final de la XLI Serie Nacional. El muchacho no logró imponerse entonces, en su duelo con Pedro Luis Lazo —las lluvias visitaron esa vez a la capital vueltabajera— y los pinareños, máximos ganadores en la etapa clasificatoria (64-26) eliminaron en cuatro juegos al equipo de la capital, segundo del grupo B, en el cual lideró Sancti Spíritus.

Era la temporada de 2002, cuando el insólito Holguín se coronó ante los gallos del Yayabo, y el elenco azul concluyó en séptimo lugar.

CAMPEONES 2003

Al cabo de un año, Industriales creció tanto que cerró el calendario de 90 juegos con una fantástica marca de 66-23 y se tituló campeón nacional, una distinción que no alcanzaban desde 1996, cuando fueron conducidos por Pedro Medina.

Fue la mejor retribución para el nuevo piloto. Para subir al trono, los de añil doblegaron en el play off 3-1 a La Habana, 4-1 a Pinar del Río y 4-0 a Villa Clara, exprimiendo a los del centro del país en su propio patio: los marcadores resultaron de 6-0, 3-0, 7-2 y 5-1, ¡tres carreras permitidas en 36 innings! Aquella maquinaria de jugar al béisbol parecía destinada a reinar durante una década.

OTRA VEZ EN 2004

El equipo más antiguo de la pelota cubana completó su calendario regular en la XLIII Serie con 52-38, dos juegos y medio por debajo de Sancti Spíritus.

Les tocó a esos dos elencos animar la etapa inicial del play off, y allí los capitalinos desplumaron en cinco peleados programas a sus rivales; solo un desafío concluyó con diferencia de tres anotaciones.

En la puja por el cetro de Occidente, Anglada se las vio con Pinar del Río, la selección de mejor rendimiento en el todos contra todos (57-33, como Villa Clara) y se impuso al cabo de seis duelos, el último de los cuales gracias a la lechada de Deinys Suárez.

A la final contra los naranjas concurrieron otra vez como favoritos, pero a muchos les causó sorpresa el demoledor resultado a favor de los azules, nuevamente por barrida.

EMBRIAGADOS

En la XLIV Serie finalizaron como los máximos triunfadores de toda la nación, 59-30, por delante del 55-34 de Pinar del Río.

Les tocó medirse con el cuarto lugar de su grupo, Sancti Spíritus, que como Granma, fue uno de los dos equipos que lograron aventajar a la tropa de Anglada, 4-2 en el tramo de 90 desafíos. Los yayaberos se embolsaron la etapa de cuartos de final, aunque finalmente fue Santiago el equipo campeón.

UNDÉCIMO CAMPEONATO

La historia del onceavo cetro de Industriales, a costa del corajudo Santiago de Cuba, está bien fresca en la memoria.

El ex segunda base, que dirigió además en estos años a tres conjuntos en la Súper Liga (ganó un oro, al frente de Occidentales), se despidió de Industriales con cinco clasificaciones para los play off en otras tantas temporadas, tres tronos y 317 juegos ganados frente a 185 reveses, para promedio de .631.

LA ÚLTIMA BATALLA

Y como todo monarca que se retira con honor, Anglada dará al pecho a un último y mayúsculo reto: dirigir al equipo Cuba que intervendrá en los venideros Juegos Centroamericanos.

—¿Cómo recibes esta nueva responsabilidad?

—Si voy a dirigir al equipo Cuba, será en gran medida por el papel de los peloteros de la capital. Son ellos los que conquistaron por tercera vez en cinco años el título nacional, son ellos los que me han promovido.

—¿Qué opinas de la preselección y de los Juegos?

—Se escogió a ese grupo con mucha justicia, se convocó a quienes lo merecen. En cuanto a metas, Cuba solo aspira a la victoria. Si esa fue mi filosofía en cada jornada con los Industriales, lo será también con la selección nacional.

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