Cuando escuche «esta foto tiene un gran valor para mí» piense en Peter Lik, fotógrafo australiano que vendió a un coleccionista una instantánea, titulada Phantom, en la friolera de 6.5 millones de dólares. El precio no es solo del más allá, sino que también la convierte en la más cara de la historia. El récord anterior era de Rhein II, vendida en 4.3 millones. Ante ellas, los 2.4 millones de «Illusion» y los 1.1 de Eternal Mood parecen un menudito. Siendo así, ¿cuánto cobraría Lik por una foto de un ser querido?