Y para artistas, en Maryland tienen a Sam, un inspirado can que se ha propuesto revolucionar el mercado del arte con sus creaciones. Autor de 22 lienzos, la mascota ya ganó sus primeros 1 700 dólares, gracias a la venta de una obra de profundo «expresionismo abstracto». Con un pañuelo atado al cuello y su pincel entre los dientes, Sam demuestra que no hace falta ser un gran artista para vender un cuadro... ¡jau!