Indira Fajardo es el rostro joven al frente del Instituto Cubano de la Música. Autor: Roberto Suárez Publicado: 09/03/2024 | 10:07 pm
Tenía 34 años en 2019 cuando fue nombrada Presidenta del Instituto Cubano de la Música. «El 20 de diciembre de 2019, para ser exacta... Ese ha sido y es el mayor reto que he tenido en mi vida hasta el momento».
Indira Fajardo, siempre sonriente —aun cuando bien seria puede estar si es preciso—, es el rostro joven que lidera la institución que este 11 de marzo celebra su aniversario 35. Inmenso el reto, ciertamente, en ese empeño por apoyar, estimular y proteger la creación, la interpretación, el patrimonio y la investigación musical.
«Muchas buenas experien-cias he tenido desde este rol, en el que tan grande es la responsabilidad y el compromi-so. Creo que lo mejor es que provengo de la Brigada de Instructores de Arte José Martí, que presidí de 2012 a 2016. Tengo experiencia en el sector porque posteriormente también presidí el Consejo Nacional de Casas de Cultura y atendí, como especialista, las relaciones entre los ministerios de Cultura y Turismo.
«Pero, ante todo, fue una gran sorpresa que una instructora de arte de música, que tuvo que lidiar con la dualidad de que no siempre éramos bien mirados cuando queríamos insertarnos en el mundo profesional de la música o de otras artes fuera nombrada presidenta de esta institución.
«Ya no se trataba solamente de darle una respuesta al gremio de los instructores de arte, sino también de insertarme en un mundo donde tenemos, por suerte, muchísimos buenos profesionales y donde se debe tener una gran capacidad para el diálogo con cada artista, desde la humildad y la sencillez, que es también la esencia de nuestros músicos, más allá de su grandeza artística y de su obra».
—En no pocas ocasiones recibes reclamaciones, quejas, insatisfacciones...
—Sí, pero también recibo todo lo contrario. El Instituto es, sobre todo, el lugar donde los músicos presentan sus proyectos, donde se acercan a construir y soñar juntos diversas acciones y eso convierte a la institución en la casa de los músicos y la música cubana.
Licenciada en Comunicación Social y Máster en Gestión del Patrimonio Histórico-Documental de la Música, Fajardo —diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular— ha trabajado mucho en la gestión institucional, a favor del trabajo artístico comunitario y la educación artística en la música.
«Tenemos más de 17 000 músicos de todos los géneros en el país, y cada género tiene su particularidad. Poder dialogar con cada una de estas diversidades es siempre un desafío que te impone estudiar a diario, superarte y estar atento a las adversidades que se presenten. La clave está en la comunicación constante con ellos para resolverlo todo».
—Lo más difícil es...
—Lo más difícil es tratar de hacer cada día mejor el trabajo. El ejercicio de gestión no es solamente darle solución a un problema emergente, sino también darles continuidad a los procesos, y atender los procesos de la música no es solo atender determinada tarea, sino estar pendientes de su desarrollo, de cómo mantener unido un equipo que tiene tantas inteligencias, tantas personalidades…
«En la Cuba actual siempre se impone estar atento al cambio de los tiempos, pero, sobre todo, velar por mantenernos unidos, coherentes, cohesionados y dar una respuesta oportuna a quien se nos acerca.
«Responder un teléfono, un correo, una carta y ser cada vez más exigente con el trabajo es parte del compromiso adquirido. Se trata de entregarse todos los días y doy fe de que sucede en cada instancia del Instituto, en cada uno de los que trabajamos allí.
«Resulta que ahora convivo con personas a las que siempre he admirado y a las que hoy puedo serle útil. Premios nacionales de Música, personas que hemos visto todos los días en la radio y la televisión, personas con las que hemos armado nuestra memoria musical y con las que hemos crecido. Que hoy yo pueda decirle: "Cuente conmigo, puedo serle útil". Eso es un regalo que esta responsabilidad me ha traído».
—Recién nombrada y sobrevino la pandemia...
—Y fue un momento de crecimiento vital para todos. Por suerte, muchos de los espacios que creamos para mantener viva la música se mantienen hoy. Es el caso de los conciertos Estamos contigo, que se han quedado en el Canal Clave a las cuatro de la tarde como reflejo de una experiencia exitosa para acercar los públicos a los artistas.
«Ni siquiera en ese tiempo abandonamos nuestra misión. Es imprescindible saber con qué talento contamos, cómo podemos contribuir a su desarrollo, trazar estrategias, vincularnos con los medios para divulgar todas nuestras acciones... La pandemia fue una prueba más».
—Como parte de sus misiones está la de contribuir a la formación de un público cada vez más culto en el país...
—Bajo nuestra «sombrilla» cobijamos a muchas entidades y eventos, y una de nuestras principales acciones en cualquiera de estas instancias y espacios es jerarquizar lo mejor de la música cubana a través de los medios. Como todas las instituciones del Sistema de la Cultura, tenemos una gran responsabilidad en la formación de públicos.
«Los instructores de arte son un elemento importante para contribuir a formar un público cada vez más apto para apreciar la música y el resto de las manifestaciones artísticas. Además, desde la responsabilidad de los artistas y las instituciones existe ese rol, porque los públicos deben tener mayor conocimiento para apreciar lo que se les ofrece.
«Por eso, entre otras razones, hemos llevado los conciertos, por ejemplo, de los espacios habituales a las comunidades. Al país le interesa llevar el
producto cultural hacia todos los rincones. Nos es muy importante que aquellos que residen en espacios lejanos tengan el acceso a las presentaciones de artistas a los que siempre aspiraron ver».
—¿Cuál es la proyección más inmediata?
—Recién terminamos una gira por todas las provincias del país como parte de nuestro gran desafío actual. Trabajamos en la implementación de la política para el perfeccionamiento de la actividad empresarial y presupuestada de la música cubana. Ello nos permitirá mirar desde otros ángulos y posturas algunos de los temas más urgentes de los músicos cubanos hoy. Necesitamos atenderlos, teniendo en cuenta las urgencias económicas del país, a las que no estamos ajenas. Necesitamos cambiar las dinámicas de funcionamiento de nuestras entidades y estamos inmersos en ello.
«Muchos de los artistas hoy se han convertido en emprendedores y ponen al servicio de las entidades su nuevo rol. Nos hemos articulado, hemos impulsado el encadenamiento para realizar presentaciones y actividades de diversa índole, que son costosas, como sabemos.
«Continuamos en la preparación de diversos eventos importantes como el Festival Cubadisco y otros que, a lo largo del año, se organizan y se celebran en diferentes puntos del país...
«Y es que es muy importante destacar que en esta Isla pequeña, bloqueada, asediada y con miles de dificultades, existe un potencial cultural y musical amplio y fuerte. Desde nuestra cotidianidad no lo valoramos en la justa medida pero siempre se realizan muchas acciones en beneficio del pueblo y de nuestros artistas».