Creo que hay canciones que se hacen imprescindibles en la carrera de un artista, expresó el cantautor Mauricio Figueiral. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 28/08/2023 | 10:00 pm
HAY un placer particular en escuchar las buenas nuevas de los amigos. Conversar con Mauricio Figueiral tiene ese gusto de las charlas enriquecedoras en las que ponerse al día es pretexto para conocer sobre lo hecho, pero también sobre lo por hacer. El cantautor cubano hace tiempo que decidió hacer honor a su formación en la Facultad de Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte y ponerse al frente de proyectos audiovisuales que lo llenan tanto como cada una de sus producciones discográficas.
Este artista inquieto no deja de lado la creación musical y ya prepara su cuarto disco, proceso que está saboreando para dejar que las canciones broten de a poco. En la próxima parada, un regalo para el público habanero: un concierto en la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, el próximo 2 de septiembre a las 7:00 p.m.. En el tintero, canciones para contar el mundo que le rodea, pero también muchos viajes, guitarra y cámara al hombro para acercarse a las músicas e historias que nos unen, dentro de Cuba y en nuestra región latinoamericana.
El creador de obras como Si te cansaste de mí acaba de regresar de
México, donde filmó otra temporada de su exitoso programa de entrevistas Sesiones vagabundas, una excusa para descubrir talentos y emociones que motivan la creación musical y son reflejo de cosmovisiones diversas. Figueiral no ha querido perder la oportunidad de contarnos, en primicia, sobre estos proyectos que lo mantienen ilusionado y enfocado en conectar a través del arte.
—¿Cómo van los preparativos de tu próximo concierto en la sala del Museo Nacional de Bellas Artes?
—Creo que hay canciones que se hacen imprescindibles en la carrera de un artista. Soy partidario de que aunque uno vaya a lanzar un disco en un concierto, debe siempre tener en cuenta que el público sabe lo que va buscando.
«Entonces, para este concierto del sábado lo primero que tengo en cuenta es que voy a llevar las canciones que de alguna manera me han hecho Mauricio Figueiral, como Por una camarera, cuya autoría comparto con Adrián Berazaín; Si te cansaste de mí, que Gilberto Santa Rosa me honró con haberla incluido en su más reciente disco. Flores de tequila le da título a mi segunda producción discográfica con Bismusic. Mal acompañada tal vez la que más le gusta al público masculino. Son canciones que no pueden faltar en mis conciertos.
«No obstante, estoy escribiendo lo que será mi cuarta producción discográfica y quiero ofrecerle a la gente que me dedica su tiempo y atención,
canciones nuevas, algunas que quiero ir poniendo a prueba y para mí son muy importantes porque son las que hablan de mi presente, del Mauricio que soy hoy. Este será un recorrido por las canciones más queridas de mis tres producciones discográficas junto a algunas novedades que sé disfrutarán mucho.
«El recital probablemente tendrá de especial lo que tienen todos, que es la inmediatez, lo que se vive ahí. Lo que pasa ahí queda en una complicidad exquisita entre público y artista, independientemente de que uno lo filme. Por cierto, este concierto se convertirá en un DVD para la televisión, las redes. Pero lo que tendrá de especial es esa complicidad que se establece y más en una sala tan íntima como la de Bellas Artes, entre mi grupo de artistas invitados y el público.
«No tenemos guion estricto, es un recital abierto a las anécdotas, al intercambio con la gente, con invitados que también tendrán su espacio. Estará José Portillo al piano, la tresera Jany Quiñones, los cantantes Annys Batista y Frank Luis Travieso y más sorpresas que estoy seguro llegarán. Yo dejo el guion abierto para que los invitados se animen y suban al escenario a improvisar un poco, que eso forma parte de nuestra idiosincrasia».
—Un motivo para celebrar también tus logros recientes. Acabas de regresar de México, donde estuviste filmando una nueva temporada de tu programa Sesiones vagabundas. ¿Cómo ha sido esta nueva etapa del proyecto?
—Sesiones vagabundas es un proyecto que ha puesto como su premisa fundamental la sinceridad y transparencia de las interpretaciones en vivo y de las conversaciones con artistas invitados. Yo creo que esa transparencia es lo que le ha dado al programa el vuelo que
increíblemente ha tenido, que ha trascendido las fronteras de La Habana.
«Estamos haciendo una temporada gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y el Canal Habana por toda Cuba, que se estrena ahora en septiembre. También hemos trascendido en Latinoamérica, vía Telesur, gracias al periodista Rolando Segura y Patricia Villegas, presidenta de la plataforma. Ellos auspiciaron y produjeron el espacio para poder llegar a tierras venezolanas, donde estuvimos filmando el año pasado una temporada ya estrenada.
«Gracias a Miguel Cañellas, director del teatro Tomás Terry de Cienfuegos, conocí a un actor y productor mexicano, quien me propuso hacer el programa en Ciudad de México. Muchas veces los proyectos de los que uno habla no se concretan, pero en este caso sí, logramos un equipo de lujo en el Distrito Federal y tenemos la intención de hacer dos temporadas más en Yucatán y en el norte mexicano, porque es un país tan grande y tiene tantas diferencias notables entre una región y otra.
«Para esta temporada que se estrenará en diciembre logré invitados tan bellos de ese país como Horacio Franco, el mariachi femenino Amazonas, Jaime Ade y un cúmulo de 11 artistas que yo creo que de alguna manera disfrutará mucho el público cubano y latinoamericano. Por cierto, todos los capítulos de Sesiones vagabundas pueden encontrarse en mi canal de Youtube.
—¿Asumes cada entrevista desde el disfrute o desde el rigor?
—En lo personal respeto tremendamente las especialidades. Creo que un periodista y entrevistador se prepara. La premisa que sigo con mis entrevistas es la de la mayor naturalidad posible, dejar hablar al entrevistado todo lo que quiera y solo asegurar la confianza para que se exprese. Yo creo que con estos elementos es suficiente para lograr un
encuentro sincero, entrevistas con un alto nivel de complicidad con los invitados
que tengo y que siempre son personas con experiencias personales muy profundas y la música en vivo, por supuesto, con sus imperfecciones y bellezas.
—¿Qué otras ideas hay por el camino?
—Creo que lo que viene es una dedicación como realizador audiovisual para tratar de promover al máximo todo lo que tiene que ver con la música cubana y latinoamericana. Hay mucho contenido por explotar. Tenemos un proyecto ambicioso que llevamos varios años haciendo por todo el Archipiélago llamado Ritmos de Cuba, una idea maravillosa del productor de La Rueda Films, Josué García. Lo estamos realizando con el Instituto Cubano de la Música y Producciones Colibrí, buscando la permanencia de esas raíces que han hecho hermosa la música cubana.
«Estoy enfrascado en proyectos como estos, buscando que tengan un valor testimonial, que perdure en el tiempo y que de alguna manera sea un retrato interior y exterior de las particularidades de la música cubana. Quiero dejar proyectos que sirvan de puente de comunicación entre el mundo a profundidad de la música, sus autores y el público».
—¿Y la creación musical?
—La pandemia creo que interrumpió un poco esos procesos normales de creación difusión en la obra de muchos artistas. Yo soy parte de eso, me dediqué a estudiar otras habilidades que no tienen que ver precisamente con el arte y que necesito incorporar a mi vida y desarrollo personal.
Ahora estoy grabando. Tengo varias canciones listas y escribiendo lo que será mi cuarto disco. Estoy en una fase creativa donde busco la mayor simpleza posible en las canciones, una regresión hacia lo minimalista: canciones con una poesía diáfana, limpia, transparente, que te mire a los ojos y te hable de las temáticas y problemáticas humanas universales que le preocupan al ser humano, lo abrazan e inquietan. Son canciones probablemente más difíciles de hacer porque uno quiere que de la primera vez que se escuchen ya te dejen una idea lo bastante clara posible de a dónde uno quiere que esas canciones lleguen.
«Soy partidario de que Cuba necesita del arte como nunca antes y eso está en las manos de nuestros artistas con lo que tengamos, así sea con un palo y una lata: debemos hacer nuestra labor cultural, humana y social. Estamos buscando la manera de que no se detenga el arte cubano y este concierto del próximo 2 de septiembre es un aporte muy humilde al panorama de la cultura en la ciudad, a la alegría y la sonrisa de los capitalinos y el público cubano que nos ha hecho lo que somos».