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Rigoberto López durante el rodaje de Vuelos Prohibidos. Autor: Archivo de JR Publicado: 23/01/2019 | 09:14 pm
A los 72 años de edad nos abandonó Rigoberto López, un creador que asumió al pie de la letra los postulados del documentalista verdadero: «un hombre detrás de la cámara para contar una historia y demostrar una tesis, en la cual los ángulos más expresivos de la realidad le sirven de protagonista». Por eso fueron tan contundentes creaciones suyas como Yo soy, del son a la salsa; Granada: despegue de un sueño, El viaje más largo...
«Dolor y luto en #Cuba por la muerte de Rigoberto López, presidente de la Muestra itinerante de cine del Caribe, con una sólida obra documental y de ficción y quien dedicó sus últimas energías a un gran proyecto: la película sobre El Mayor. Abrazo sentido a su familia», escribió este miércoles en su cuenta de Twitter nuestro mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez, haciéndose eco del sentir de todo un pueblo, e incluso de toda una región, al conocer la triste noticia.
Porque el director de los largos de ficción Roble de olor (2004) y Vuelos prohibidos (2015), realizó una obra mayor: impulsar desde la Muestra itinerante de cine del Caribe, fundada en 2006, la promoción de la riqueza cultural de las naciones caribeñas y de los elementos de identidad que las unen, captados a través de las sensibilidades de los realizadores de la región, como explicó tantas veces quien consideraba que «no se trasciende la integración de las sociedades si no es a través de la cultura, del reconocimiento de identidades».
Fotograma de El Mayor, película a la que el cineasta dedicara sus últimas energías.
De ahí la significación de un proyecto que defendió con inteligencia, entrega y pasión, pensado para «brindar una mayor visibilidad en la región y otras zonas del mundo a la obra de los creadores del Caribe, para constituirse en una respuesta antihegemónica desde el punto de vista de la producción y a la exhibición cinematográficas.
«La Caricom (Comunidad del Caribe) y la AEC (Asociación de Estados del Caribe) toman acuerdos comerciales, de tarifas arancelarias, facilitan los vuelos que unifican la región, pero también es absolutamente importante y trascendental que los países del Caribe se reconozcan a nivel de sociedades, a nivel de sus identidades, diversas, pero con semejanzas», apuntó convencido en una entrevista quien a partir de 1971 formó parte del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Para el graduado de licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana, la Muestra era la más clara demostración de que se podía «ver más allá de los idiomas» y de que sin dudas los espectadores de esta parte del planeta se reconocían en esos personajes tan cercanos que habitan documentales, obras de ficción y programas para niños y adolescentes».
Era ese uno de los principales desvelos de Rigoberto López, como también lo era Cuba, el centro de sus películas, incluso aunque se tratara de un argumento romántico como el que se materializó en Vuelos prohibidos, una cinta que «es una reflexión sobre lo contemporáneo, un abordaje de nuestra realidad diversa y compleja. Una vez que tuve la oportunidad de compartir con el maestro Sidney Pollack, le pregunté por qué con frecuencia sus películas se erigían sobre la base de un romance y él me contestó sencillamente: “No hay nada más político que una historia de amor”.
«Creo que esta película apela a la confianza que tengo en la inteligencia y la capacidad de diálogo de los cubanos para que, a partir de las provocaciones de la trama, se pueda establecer un acto más de reflexión y diálogo con nosotros mismos y nuestra realidad».
Eran esas las motivaciones que movían a Rigoberto López, quien dejó de existir mientras se hallaba en el proceso de posproducción de El Mayor, un filme de ficción, «pero es la vida de Ignacio (Agramonte y Loynaz), desde la infancia hasta su muerte, tocando todo lo que fue trascendente en su vida y por tanto para la historia, desde el amor paradigmático con Amalia, hasta las contradicciones con Céspedes, algo que el guion resuelve, creo yo, de la manera más hermosa posible», una película que de seguro lo mantendrá vivo en nuestra memoria.
