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Luis Joaquín Rodríguez Ricardo (El Estudiante) intercambia con Lázaro Expósito, primer secretario del Partido en Santiago de Cuba, en el Estudio Taller Arte Naif Bayate Autor: René Silveira Publicado: 28/08/2018 | 06:30 pm
A muchos les parecía mentira, pero lo cierto es que el próximo diciembre, el día 3, el Estudio Taller Arte Naif Bayate empezará a sumar aniversarios. Fue un largo sueño acariciado por el Grupo Bayate, fundado en 1994, también en el último mes del año, pero un 17, bajo el liderazgo de Luis Joaquín Rodríguez Ricardo, más conocido como El Estudiante, quien consiguió la complicidad no solo de su padre, Luis Joaquín Rodríguez Arias, sino también de Rolando Alvarado Lamorut y del escritor Manuel Gómez Morales.
«Finalmente el pasado año pudimos materializar un viejo anhelo de los pintores del proyecto, quienes decidimos financiarlo, aunque también contamos con la ayuda decisiva del Partido y el Gobierno para poder crear el Estudio Taller Arte Naif Bayate, un espacio que desde entonces se ha dedicado a la investigación, la promoción, la comercialización y a la educación acerca de esta corriente artística», explica El Estudiante.
«Por supuesto, que este centro localizado en la ciudad de Santiago, no se concentra solo en nuestro proyecto, sino que indaga sobre el quehacer de artistas que cultivan este estilo de pintura lo mismo en Cuba que en el extranjero. Como para nosotros también es superimportante la educación y mantener esta tradición, organizamos talleres para esos niños que se acercan, interesados en lo que hacemos».
Cuenta también El Estudiante que en honor a Ruperto Jay Matamoros, premio nacional de Artes Plásticas, desde 2013 comenzaron a convocar el Salón que lleva el nombre del notable pintor naif. «Nos llenó de satisfacción el hecho de que la más reciente entrega haya tenido como sede el Estudio Taller, amén de que se desarrollara en Mella, San Luis y La Maya.
«Con carácter bianual, el Ruperto Jay Matamoros ya va por tres exitosas ediciones. Ahora estamos involucrados en el Salón Hombre y Naturaleza Erik Ekman, que en su primera vez recordará los 30 años de la expedición en canoa del Amazonas al Caribe que encabezara Antonio Núñez Jiménez; el mismo alternará con el de pintura y, como aquel, será acogido por esta institución que ahora nos acompaña.
«Como método de trabajo, igualmente mantendremos intercambios artísticos y académicos con galerías y museos de diferentes países vinculados al arte naif», manifiesta quien se siente privilegiado por haber logrado que su obra, junto a la de su progenitor, Roberto Torres Lameda y Richard Bruff Bruff, formen parte de la prestigiosa colección del Museo Nacional de Bellas Artes.
Fue en el Consejo Popular Julio A. Mella, del municipio de Mella, donde empezó a llenarse de vida el Grupo Bayate, que desde hace tiempo cuenta con el amparo total de la Uneac. «Allí nació como un proyecto sociocultural que se propuso en primera instancia desarrollar y promover el arte naif, de modo que sus creadores pudieran mostrar sus obras y, al mismo tiempo, estas acciones propiciaran el conocimiento de la historia local.
«El proyecto siempre se consagró al trabajo comunitario en función de velar por la identidad del territorio y con ello hacer crecer el sentido de pertenencia entre las nuevas generaciones, que sientan orgullo del lugar donde viven. Un propósito que se hizo aún más fuerte cuando a partir del 26 de noviembre de 2007 llegara con una incidencia mayor en la gente, Bayate: Ruta para una Historia, nuestro nombre hoy.
«Como parte de esta experiencia creamos el espacio Memorias de Bayate, que rinde tributo a un escritor como Jaime Sarusky, autor del libro La aventura de los suecos en Cuba, publicado en 1999. Resulta que el Premio Nacional de Literatura se entregó por 30 años a la investigación de la colonia sueca en este sitio, lo que nos ha informado de nuestra idiosincrasia, de nuestras costumbres y tradiciones».
Gracias al empeño de muchos, alrededor de Bayate: Ruta para una Historia se han nucleado 20 artistas de la plástica, quienes en el Batey, su sede, crean y a la vez muestran sus obras a los visitantes, aunque se resisten a vivir dentro de una burbuja. Por eso también han expuesto tanto en galerías de La Habana, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba... como de España, Canadá, Estados Unidos, Francia, México, Polonia...
La valía de estos creadores se reconoce altamente también en una feria al estilo de la Internacional de Santa Fe, en Estados Unidos. Así ha sido en los últimos tres años. Ello explica que hace poco que los dos Luis asistieran a la edición 15 de esta cita en la cual el proyecto fue nominado al premio internacional que allí se otorga para distinguir la labor comunitaria más destacada a nivel global.
«Resulta muy estimulante que se tome en consideración nuestra obra creativa no únicamente en Cuba, sino además fuera de las fronteras. Este agosto, por ejemplo, dos artistas del proyecto, Ibrahim Varela Osorio y Yunior Incierte, fueron invitados al 2do. Salón Internacional de Arte Naif, que tuvo lugar en Lima, Perú».
Son todos estos artistas quienes también son celosos guardianes de un sitio tan querido en la localidad como la llamada casa El Elefante Blanco, que les da la bienvenida a niños a partir de los cuatro años y hasta los 17, quienes allí reciben clases de Pintura, Danza folclórica y Teatro.
«En esta última década hemos atendido a más de 200 niños y adolescentes, que en su mayoría cursan carreras universitarias o técnicas, por lo que sentimos que hemos brindado un aporte significativo a la comunidad, haciéndole ver que para lograr que nuestro futuro sea superior es fundamental preparase.
«Tenemos mucha fe en lo que podamos conseguir a partir de la existencia del Estudio Taller, porque ello nos permitirá mejorar la sede de los pintores en Mella, además de la casa del trabajo comunitario de los niños, por ejemplo. Como no paramos de soñar, andamos con la idea de transformar los terrenos del pueblo de Bayate en un parque natural con un gran jardín donde se puedan sembrar los ejemplares que el científico Erik Ekman descubrió por estas tierras. Sería un lugar para privilegiar la ciencia y la recreación. Sabemos que tenemos que seguir trabajando muy duro, pero vale la pena».
