Historias reales en la pantalla

Seis largometrajes de ficción y uno documental constituyen las propuestas de la séptima edición de la Semana de Cine Holandés en La Habana, la cual se realiza desde este miércoles y hasta el 20 de octubre, en la sala capitalina Infanta.

En conferencia de prensa, la embajadora de los Países Bajos, Alexandra Valkenburg, resaltó el esfuerzo de sus principales organizadores: la neerlandesa Olivia Buning —de quien partió la idea original hace siete años— y el especialista de la Cinemateca de Cuba, Antonio Mazón Robau.

Por su parte, la Buning refirió que para esta ocasión han traído algunas de las mejores y más recientes películas que se han producido en su país, cuya industria cinematográfica realiza al año alrededor de una veintena de filmes. Para la inauguración se escogió Bram Fischer, de Jean van de Velde (El precio del azúcar).

Basado en hechos reales, el tema de esta cinta convenció a la promotora de la Semana desde el primer momento: la historia del abogado blanco sudafricano, cuyo nombre da título a la película, que defendió en juicio a diez líderes del Congreso Nacional Africano, entre ellos Nelson Mandela, involucrados en la lucha contra el apartheid.

El editor de Bram Fischer, Sander Vos, quien viajó a la Isla para la presentación de esa cinta, afirmó que entre las motivaciones que guiaron al equipo de filmación estuvo la de contribuir a que se conozca más la vida de este hombre que asumió un elevado sacrificio, pues por su implicación en el litigio, conocido como Proceso de Rivonia, fue juzgado por comunismo y sentenciado a cadena perpetua. Después de 11 años sale de la cárcel por problemas salud, y dos semanas después muere.

Vos, quien además intercambiará con estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), comentó que el director del filme hubiera querido asistir a las proyecciones en Cuba —este sábado se repondrá Bram Fischer—, pero coincidió con la presentación en Sudáfrica.

Quien también viajó a La Habana, a propósito de la exhibición del documental Strike a pose (este viernes y sábado), fue José Gutiérrez Xtravaganza, integrante del grupo de siete bailarines —junto a Kevin Stea, Carlon Wilborn, Luis Xtravaganza Camacho, Salim Gauwloos, Oliver Crumes y Gabriel Trupin— quienes, en 1990, acompañaron a Madonna en su controversial gira mundial Blond Ambition Tour.

De origen dominicano, y nacido en la ciudad de Nueva York, Gutiérrez Xtravaganza explicó que ha sido un regalo poder participar en el documental de los realizadores Ester Gould y Reijer Zwaan, aunque al principio dudó sobre el proyecto. Strike a pose muestra, 25 años después, qué ha pasado en las vidas y en las carreras artísticas de esos artistas que se convirtieron en ejemplos para la defensa de los derechos de los homosexuales y de la libertad de expresión. A la par de sus éxitos, también se exponen temas sensibles como el consumo de drogas y el padecimiento de sida.

Otro de los títulos que evidencian la calidad de la muestra y nos habla de un personaje real, al decir de Mazón Robau, es Riphagen, de Pieter Kuijpers, el cual se proyectará este jueves y domingo. La cinta aborda «la historia de Andries Riphagen, criminal holandés que estafó y chantajeó a muchos judíos, quienes confiaron en él cuando intentaban escapar de la persecución de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial», como sostiene su sinopsis.

El miércoles 18 estará en cartelera La suite del paraíso, de Joost van Ginkel(170 HZ), la cual fue seleccionada por Holanda en 2015 para competir en los premios Oscar. Las historias de seis personajes conforman la trama de este largometraje que tiene como escenario la ciudad de Ámsterdam: «un exmilitar serbio, la madre bosnia de un joven que este asesinó, una chica búlgara secuestrada y obligada a prostituirse, un emigrante africano que la protege, y un talentoso niño pianista y su padre, también músico».

La suite del paraíso se alzó con los lauros —Becerros de oro— a mejor película, guion y actor (para el burkinés Issaka Sawadogo) en el certamen cinematográfico más importante de Holanda. Como también fue el caso de Tonio, de Paula van der Oest, otro de los títulos que se presentan en La Habana (jueves 19), el cual mereció el premio a mejor montaje —valga decir que lo obtuvo Sander Vos— en la recién finalizada 37 edición de ese festival.

Basada en la novela homónima del escritor A.F.Th. van der Heijden, Tonio narra la historia de un joven de 21 años que es atropellado por un coche y fallece en un hospital, trágico suceso que cambia drásticamente la vida de sus padres, quienes intentarán luchar por no sucumbir ante la tristeza.
Dos comedias completan este ciclo: Bon bini Holland, de Jelle de Jonge; y Soof 2, de Esmé Lammers. La primera se exhibirá el domingo y narra la historia de un joven estafador que planea dar el golpe de su vida pero termina enamorándose de la bella hija de su objetivo. Por otra parte, la segunda entrega de Soof, cuya proyección es el viernes 20, nos hace testigos de la difícil situación que tendrá que enfrentar la protagonista, quien después de muchos años de feliz matrimonio se divorcia y ve cómo todo en su vida se trastoca, no sin volver a encontrar la felicidad.