Más de cien creadores de diversas generaciones y poéticas ofrecen en Fuerza y sangre… su visión de la bandera. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
Aunados alrededor de un eje común, la bandera cubana, y movidos por el respeto y admiración que en todos y todas despierta el símbolo patrio, decenas de personas acudieron la noche de este lunes al Pabellón Cuba donde fue inaugurada la exposición Fuerza y sangre. Imaginarios de la bandera en el arte cubano, con la presencia de Julián González, ministro de Cultura.
La muestra reúne tanto piezas históricas en el devenir del arte nacional como otras más cercanas en el tiempo concebidas para la ocasión, e incluye pintura, dibujo, fotografía, diseño, escultura, instalaciones, obra gráfica, videoproyecciones…
Más de cien creadores de diversas generaciones y poéticas ofrecen en Fuerza y sangre… su visión de la bandera; y lo hacen tomándola como punto neurálgico para abordar la identidad y a partir de la relación subjetiva que han establecido con ella. Confluyen en esta propuesta expositiva el talento de varios de los premios nacionales de Artes Plásticas con el de otros nombres que también sobresalen dentro del arte cubano como Michel Mirabal, Manuel López Oliva, Cirenaica Moreira, Roberto Diago, Kadir López, Arturo Montoto, por solo citar algunos.
Muchas son las miradas y lecturas que ofrece esta exposición, erigida como homenaje a José Martí, quien llegara a costas cubanas el 11 de abril de 1895, al frente de la expedición libertaria que desembarcó en Playitas de Cajobabo. Su curadora, Isabel Pérez, logró unir en Fuerza y sangre… a un gran número de artistas que se han inspirado en la bandera, y presentar una propuesta que se distingue por su alta calidad estética y la posibilidad que brinda de ahondar en nuestras raíces como cubanos y en la historia patria.
Con un entramado histórico imposible de evadir, Fuerza y sangre… exhibe, entre otras piezas, una réplica de la escarapela que tenía José Martí al morir. Resaltó Isabel Pérez que la réplica fue confeccionada por el artista Nachy Carmona. El objeto original tiene 147 años, mide 6,6 centímetros de largo y cinco de ancho, y fue bordado por jóvenes bayamesas, especialmente para Céspedes (que recibió la escarapela cuando fue nombrado Presidente de Cuba en Armas, en 1869. Luego, al ser destituido de su cargo, se la dio a su secretario y ayudante, el coronel camagüeyano Fernando Figueredo Socarrás quien se la regaló a Martí a principios de 1895, cuando este partió a República Dominicana para venir después a Cuba). Martí puso la escarapela en su camisa al ser ascendido a Mayor General por Gómez, y con esta en su pecho cayó en Dos Ríos en 1895, enfatizó Pérez y más adelante agregó:
«Hemos querido que la imagen gráfica que ha acompañado a la bandera forme parte también de la muestra. De ahí que aparezcan, igualmente, portadas de revistas y otros soportes donde ha sido usada, además de una selección de 65 carteles.
«Nuestra bandera fue adoptada por la Asamblea de Guáimaro como enseña nacional de la República de Cuba en Armas, el 11 de abril de 1869. Es de las más originales y mejor diseñadas del mundo. Ondeó por vez primera en suelo nacional el 19 de mayo de 1850 en la ciudad de Cárdenas y es la primera de un Estado nacional en articular su diseño a partir de un triángulo, y la primera en ir contra las leyes de la heráldica, al ubicar la estrella sobre campo rojo», concluyó la directora del sello editorial Arte Cubano.
Organizada por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas de conjunto con la Asociación Hermanos Saíz y el Ministerio de Cultura, Fuerza y sangre… cuenta con un programa colateral de conferencias, visitas dirigidas y talleres sobre la historia nacional desde las posibilidades que nos da el arte y la cultura. Es un llamado a releer al Apóstol en la Cuba de hoy y un saludo al próximo Congreso del Partido y al 90 cumpleaños de Fidel. Hasta el 11 de junio podrá ser apreciada en La Habana esta exposición, que posteriormente recorrerá el resto del país, iniciando su trayecto por Holguín y Santiago de Cuba.