Doctora Miriam Escudero. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
Un acucioso estudio sobre el compositor Esteban Salas (La Habana, 1725-Santiago de Cuba, 1803), realizado por la Doctora Miriam Escudero, se erige como uno de los textos más interesantes que sobre música nos regala la 21 edición de la Feria Internacional del Libro.
Esteban Salas, maestro de capilla de la Catedral de Santiago de Cuba (1764-1803) deviene volumen imprescindible para quienes quieran acercarse a la vida y obra del importante autor, ya que aporta un invaluable cúmulo de información musical, a la vez que nos ilustra, desde una perspectiva analítica, el contexto en el que se desenvolvió Salas.
Este octavo tomo de la musicóloga Miriam Escudero, perteneciente a la colección Música Sacra de Cuba siglo XVIII, es fruto de su tesis doctoral y cierra un importante ciclo en su línea de investigación. «Aquí explicamos cuáles son las circunstancias en las que se desarrolló toda la interpretación de esa música y la vida del compositor. Este compendio lo pongo a disposición de los investigadores y de todos los que quieran acercarse a este gran artista», explica a JR.
Publicado por Ediciones Boloña, el texto será presentado este sábado a las 4:00 p.m., en la Plaza de Armas de La Habana Vieja. Para su autora constituirá «un momento muy especial» porque el Doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, tendrá a su cargo las palabras de presentación y porque, a la vez, ella podrá compartir sus experiencias investigativas con el público.
Al entrar en detalles sobre Esteban Salas..., Miriam Escudero señala que es el resultado de la labor mancomunada de la Oficina del Historiador de La Habana, la Universidad de Valladolid de España, el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC), y ahora más recientemente, de la Comisión Europea y la organización Luthiers sans Frontières.
Desde el año 2001, la investigadora inició la publicación de estos volúmenes —ocho en total—, en cuyos primeros siete muestra la producción facsimilar y transcrita de las piezas de Salas.
Durante más de diez años, Miriam ha trabajado los repertorios de los archivos y catedrales de Cuba como un proyecto de investigación adscrito al CIDMUC, que ha tributado resultados al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA). El galardón más importante que ha recibido por ello ha sido el premio de la Academia de Ciencias de Cuba por la colección completa dedicada a la obra de Esteban Salas. Antes de este proyecto investigativo, estuvo trabajando con el archivo de la iglesia habanera de La Merced.
—¿Cuán interesante resulta acercarse a este tipo de temáticas musicales?
—El más antiguo repertorio musical escrito que se conserva en la Isla está precisamente asociado al culto católico, que era la única práctica religiosa oficial desde el siglo XVI y hasta el XIX. La iglesia utilizaba la música al servicio de la liturgia tanto a través del canto llano o gregoriano, como de la polifonía (canto a varias voces), a cuyo cargo estaba la capilla de música (cuerpo de cantores y ministriles).
«Por esa razón se guardan manuscritos relacionados con ese quehacer musical que son los primeros testimonios que se preservan tanto en la Isla como en América Latina, y que parten de los modelos heredados de esa misma práctica en la Península. Estudiar estos acervos resulta imprescindible para conocer una parte de nuestra cultura, que no se puede deslindar de la práctica de la fe, y en la que la música es resultado de ello».
—¿Qué encontrarán los lectores en este nuevo volumen?
—Este libro es el primero que aborda el análisis de los repertorios litúrgico y no litúrgico de Esteban Salas. Se divide en dos grandes bloques temáticos que tratan las dimensiones histórica y musicológica, y se desarrolla en cinco capítulos. Se complementa con anexos, entre los que destacan: 114 figuras y 61 ejemplos musicales, un documentario que contiene la transcripción de 96 documentos inéditos, fechados entre 1523 y 1855; el catálogo completo de las 189 obras de este autor y su ordenamiento según la ubicación de las piezas en el Calendario litúrgico.
—¿Qué nuevas rutas investigativas emprenderá ahora?
—Quiero dirigirme a La Habana como centro de mi atención, tanto en lo relativo a la práctica musical de festejos religiosos y oficios en la Parroquial Mayor y luego en la Catedral de La Habana, como en el tema música y prensa, en el que estoy incursionando junto a la maestra Zoila Lapique».