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Un libro que vale la pena. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
«Hace tiempo que llevo conmigo una deuda de gratitud. Y no me gusta ser deudor, mucho menos ingrato. Hasta ahora no había dado respuesta a una solicitud reiterada por televidentes con los que me encuentro en los más diversos rincones de la Isla, y también expresada en centenares de cartas y correos electrónicos que recibo: “Escriba Vale la pena. Haga un libro”. ¡Aquí está!»
Así refiere el profesor Manuel Calviño en su libro Vale la pena. Escritos con Psicología, que publica el sello editorial Caminos.
Sobre la voluntad del profesor Calviño de hacer de la Psicología —tanto desde su programa de la televisión, como ahora desde las páginas de este volumen— un instrumento de mejoramiento humano insertado en los entramados sociales, habló la periodista Magda Resik durante la presentación del volumen en La Cabaña.
«Calviño nos conquista desde la cotidianidad. Es ese psicólogo que se nos cuela en la casa sin nosotros haber pedido consulta, para ayudarnos a sobrevivir día tras día, con sabiduría y sin imposiciones».
Asimismo destacó ese encanto especial con que inunda su programa, un espacio que lo enfrenta a una cámara y a un diálogo inmenso con un interlocutor que no está de cuerpo presente, y que ahora traslada a casi 300 páginas colmadas de bondad y comunión de ideas.
En su texto, Manuel Calviño aborda temas sensibles vinculados a la naturaleza del individuo, y con honestidad nos convoca a afrontar asuntos medulares descarnadamente y a reflexionar desde nuestras circunstancias particulares.
En tal sentido, aseguró que la educación no es para centralizar poderes, sino para liberarlos, haciendo cumplir el principio de educación para todos. Y por eso este texto materializa las intenciones de devolver ese favor en pos de generar una cultura social.
«La Psicología no es lo que yo sé, sino lo que está en todos y yo trato de reconocer y devolver para hacernos mejores personas», precisó.
Contó que desde el nacimiento de Vale la pena en la televisión, su principal aliado ha sido la naturaleza del cubano de querer saber y respetar el conocimiento y la sabiduría, no porque él se sienta poseedor de ese supremo saber, sino porque junto al público ha compartido una búsqueda espiritual en defensa del alma cubana.
De ese modo lo ratifican sus palabras en la contraportada del libro: «La vida es sobre todo un proceso intencional. No somos vividos, sino que vivimos. Y para eso hay que asentir y dudar, afirmar y cuestionar, confirmar y negar. Es así como se construye un mejor ser humano, una mejor familia, un mejor centro de trabajo, un mejor barrio, una mejor ciudad, un mejor país. Vale la pena».
