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Títulos de la colección del Fondo Cultural del ALBA. Foto: Roberto Suárez Con el regocijo de contar con un público lector que sustenta una tradición en el hábito de lectura, inigualable en el mundo, el Instituto Cubano del Libro (ICL) celebra por estos días su cuadragésimo aniversario. Esta institución, creada el 27 de abril de 1967, ha fomentado de modo sistemático la publicación de miles de títulos de la literatura nacional y foránea.

De ahí que a los lectores cubanos les sean muy familiares editoriales como Ciencias Sociales, Científico Técnica, Letras Cubanas, Arte y Literatura, José Martí, Oriente, y Gente Nueva, agrupadas en el Instituto y cada una con líneas temáticas dirigidas a abarcar un amplio diapasón.

Esta institución, ha logrado poner a disposición del público grandes tiradas de autores clásicos y contemporáneos, y al mismo tiempo ha incentivado la creación de editoriales en todo el país, eventos como la Feria Internacional del Libro, y una política de reconocimiento a los autores cubanos.

«Así resultan hoy decisivos para el establecimiento de la jerarquía literaria de nuestros escritores, premios como el Alejo Carpentier y el Nicolás Guillén, y los Nacionales de Literatura, Ciencias Sociales, Edición y Diseño del Libro, por solo citar algunos», aseguró a JR Fernando León Jacomino, vicepresidente del ICL.

La atención a la creación literaria, que incluye las becas orientadas a propiciar el quehacer de los más jóvenes, reconoce el trabajo de los escritores y artistas cubanos. Del mismo modo, el ICL evidencia el enfoque social que exhibe el país en el espectro literario al mantener una red de librerías y otros espacios para el disfrute y adquisición de textos, entre ellos los de la colección Biblioteca Familiar, creada por iniciativa de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro.

Como han asegurado los organizadores de la celebración, este aniversario no es solo un homenaje a los autores, sino también a todos los que disfrutan del placer de la lectura.

Por eso el convite ha tenido entre sus platos fuertes la presentación de los primeros títulos del Fondo Cultural del ALBA, proyecto de integración suscrito en febrero del pasado año entre Cuba y Venezuela, y que este lunes llegó a las principales universidades de la Isla.

Los estudiantes de la enseñanza superior tuvieron la posibilidad de apreciar volúmenes imprescindibles, como Vida y obra del Apóstol José Martí, de Cintio Vitier; Todo Caliban y la antología de textos martianos Política de Nuestra América, de Roberto Fernández Retamar; Imperio e imperialismo, de Atilio Borón; y Propagandas silenciosas, de Ignacio Ramonet. Figuran también Francisco de Miranda, precursor de las independencias de América Latina, de Carmen Bohórquez; Bolívar pensamiento precursor del antiimperialismo, de Francisco Pi Vidal, y la compilación de textos Mark Twain, cronista de su época.

Estas novedades editoriales constituyen el estreno del catálogo del Fondo Cultural del ALBA, presentado en un primer momento en la Feria Internacional del Libro de La Habana, y que ahora también llega a manos de los lectores de Venezuela y Bolivia.

A la celebración de los 40 años del ICL no escapan las presentaciones de otros libros y espacios literarios, lecturas colectivas y tertulias, así como la inauguración de una muestra fotográfica en el Memorial José Martí, este jueves a las 11 de la mañana. De lo real maravilloso, título de la exposición, resume los ocho lustros del ICL graficados en imágenes que dan testimonio de la avidez con que el público lector ha hecho suya la actividad editorial en Cuba. Reconocidos fotógrafos ofrecen una secuencia histórica del libro cubano, y rinden homenaje en ella al principal animador de la industria editorial, el Comandante en Jefe.

Como colofón de esta jornada de celebraciones, el 28 de abril, en el habitual espacio Sábado del Libro del Palacio del Segundo Cabo en la capital, se presentará una segunda edición corregida y aumentada de Viaje a los frutos, editado por la Biblioteca Nacional José Martí. Se trata de una selección de testimonios e imágenes preparada por la doctora Ana Cairo, que revelan los vínculos de nuestro máximo líder con la intelectualidad cubana.