Los 26 participantes de la muestra expositiva Sueños de mi ciudad provienen de los grupos infantiles de artes visuales Pincel con alma de beso y Pequeños soñadores. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 06/02/2025 | 08:07 pm
Camagüey.— En uno de los cuadros se ven flores creciendo en el tinajón camagüeyano, y en otros los bellos vitrales, las rudimentarias campanas de las iglesias, que parecen sonar desde los dibujos, los niños y niñas jugando en sus plazas y parques, un gato posado en el vetusto tejado principeño, la bandera cubana flotando al aire libre y soberana, las rojizas y adoquinadas calles entrecruzadas y admiradas desde el cielo, el coloso reloj lugareño, el ballet de Camagüey y la belleza que emana de la superposición de los colores.
Admirables son los 26 pequeñines que, como fieles amantes de su villa, también enamoraron desde sus pinceles, trazos y visiones a quienes disfrutaron de sus creaciones infantiles, el pasado 2 de febrero, día en que la villa de Camagüey arribó a sus 511 años.
Advierto que lo de «infantiles» solo es para referirnos a la edad de los autores y nunca al contenido de sus mensajes porque la madurez de ellos es envidiable, al colorear interpretaciones de una profunda significación de símbolos y tradiciones camagüeyanas.
¡Cómo no inspirarnos entonces en nuestro bello Camagüey si sus adoquines y sus casas nos encantan!, comentaron los hermanos, Diego y Haythana Tamayo Zulueta, de ocho y 11 años de edad, respectivamente, mientras su papá, Nordis, expresó con orgullo: «Mis hijos y sus compañeritos son las semillas del futuro».
La pequeña Roselyn Vázquez Fernández, de ocho primaveras, y autora del dibujo del impactante tinajón al que le crecen flores silvestres, dijo emocionada: «Las flores son tan lindas como nuestros tinajones. A ellos también hay que cuidarlos».
«Pinté la Casa de la Diversidad, porque tiene vida, a pesar del tiempo, y es muy linda por sus vitrales», aseguró Nair Milais Morales Delgado, de diez años de edad. Y Lisday Domínguez Samper, también de una década de vida, expresó: «Sin mascotas no hay vida. En mi ciudad puedes encontrarlas en los tejados y en las grandes casas e iglesias».
La joven profesora e instructora de arte Ixcel Cano Tamayo es la coordinadora de la exposición Sueños de mi ciudad y la responsable de tanto amor multiplicado y derroche creativo de los infantes, quienes pertenecen a los grupos infantiles Pincel con alma de beso, dirigido por la maestra Tania Estrada, y Pequeños soñadores, perteneciente a la casa de cultura Ignacio Agramonte.
Esta camagüeyana empoderada desde su peculiar manera de transmitir las esencias de las artes plásticas confirmó a JR que se siente contenta y realizada. «La carita de felicidad de todos mis niños me llenan la vida de colores. Ellos cada vez que crean algo nuevo lo expresan con la magia que tiene la alegría y las tonalidades de sus pinturas».
Subrayó además que este proyecto enseña a descubrir la ciudad desde la cultura, el arte y el vínculo con la comunidad. «Aquí es importante la historia de los pintores y sus pinturas, pero también otros temas como el de la apreciación visual se incorporan en los encuentros para la formación de los príncipes enanos», señaló frente a sus hijos, Lixy Mabel Lazo y Cristian Lázaro García, integrantes también de este proyecto.
Desde su modestia, Ixcel, como joven madre, reconoció que el esfuerzo de todas las familias de los pequeñines y de los profesionales del estudio-taller de Martha Jiménez permite multiplicar y hacer realidad actividades como esta, que avivan la creación y el amor por una ciudad siempre mágica y cultural.
En la exposición los autores utilizaron diferentes técnicas como la variante del grabado, el esgrafiado. Fotos: Yahily Hernández Porto
La manera en que los niños ven a su ciudad quedó refl ejada en sus dibujos, marcados por los adoquines, las iglesias, la arquitectura
colonial y los tinajones. Fotos: Yahily Hernández Porto
Los temas tratados son múltiples, pero todos hacen énfasis en los valores históricos y culturales de la ciudad de Camagüey. Fotos: Yahily Hernández Porto