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Entre col y col, ¿cómo lograr más lechugas?

En medio de severas limitaciones con la disponibilidad de semillas e insuficiente suministro de materia orgánica para elevar rendimientos, y bien lejos de lo que se demanda, en 2024 la agricultura urbana, suburbana y familiar aportó más hortalizas, condimentos y otros productos que en años anteriores. Sin embargo, la apuesta es lograr en 2025 mucho más

Autor:

Raquel Sierra

El viejo refrán que dice que la necesidad hace parir hijos machos tiene mucho que ver con la agricultura urbana,  suburbana y familiar, pues en medio de severas limitaciones con la disponibilidad de semillas e insuficiente suministro de materia orgánica para elevar rendimientos, en el 2024, este programa aportó más de 1 387 000 toneladas de hortalizas, condimentos y otros productos.

De acuerdo con las cifras brindadas por Elizabeth Peña Turruellas, directora nacional del Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar (AUSUF), en el acto nacional por el aniversario de este movimiento, celebrado el pasado mes de diciembre en Sancti Spíritus, la producción superó en unas 36 000 toneladas lo obtenido en 2023.

En un mensaje por el aniversario, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, reiteró el potencial real que tiene ese programa, e insistió en el principio de no tener ni un solo cantero vacío, trabajar duro para que cada circunscripción disponga, al menos, de un organopónico o microrganopónico, acentuar más la experiencia en patios familiares, parcelas y centros laborales, incrementar la producción de semillas (vertiente con avance, pero por debajo de las necesidades), diversificar producciones, impulsar la crianza de cerdos, ovejos, conejos, aves y conceder prioridad al cultivo de café en el llano y al programa de arroz popular.

 Según un informe de los resultados previstos para 2025, el  posible incremento productivo es fruto de un considerable incremento del área cultivada —más de 3 000 hectáreas—, con la incorporación de nuevos organopónicos, mayores aportes provenientes de patios y parcelas, así como la vinculación con los autoconsumos de las entidades.

Según se dio a conocer, con excepción de Artemisa, debido a las afectaciones provocadas por el paso del huracán Rafael, todas las provincias cumplieron su plan de producción en 2024. Entre los territorios más destacados se encuentran Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Camagüey, Granma y Santiago de Cuba.

La Directora de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar reconoció los resultados de la recuperación alcanzada en Guantánamo, sobre todo en los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Baracoa y Maisí, seriamente afectados por el paso del huracán Oscar.

Como en el calendario anterior, la AUSUF enfrenta ahora insuficiencia de abonos orgánicos, lentos avances del aseguramiento de organominerales a este sistema de producción popular, con la consecuente contracción en los rendimientos.

En los bajos rendimientos han incidido también una deficiente explotación, déficit de fuerza de trabajo, problemas en los modelos de gestión e indisciplina tecnológica en algunas unidades de producción, según Peña Turruellas. Por otra parte, apuntó que, aunque se creció en más de 68 000 nuevos patios y parcelas, este es un frente con muchas potencialidades y reservas, y algo similar ocurre con los autoconsumos de los centros de trabajo, aun cuando se creció con más de medio millón en el país.

Durante 2024 se produjo un retroceso en la producción de plantas medicinales, vital para la entrega de masa vegetal para la producción de medicamentos, con la excepción de Sancti Spíritus, que ha sobrecumplido tanto en surtidos como en especies.

Cuestión de semillas

Quienes trabajan en el campo o están vinculados de una forma u otra con la producción de alimentos reconocen y aceptan esta máxima: la semilla es lo primero. Las simientes son prioridad también entonces para el movimiento de la agricultura urbana, suburbana y familiar.

Especialistas señalan con énfasis que la escasez de abonos orgánicos y el lento avance del aseguramiento de organominerales a este sistema de producción popular ha ocasionado disminución en los rendimientos, además de las irregularidades en el riego y la insuficiencia de semillas de algunos cultivos con altos rendimientos, como son la remolacha, la col y otras, por lo que ha sido necesario acudir al incremento de área.

Pero a pesar de constituir la semilla el principal insumo productivo para la producción de hortalizas en el movimiento, esta actividad no se ha enfrentado con el nivel de prioridad necesario en los distintos territorios, se reconoció en el análisis de la actividad correspondiente a 2024. La producción de semillas alcanzó las 40 toneladas, inferior en seis toneladas a lo logrado en 2023, cuando se obtuvieron 46 toneladas.

Aunque en términos generales la producción de semillas durante el año cubre la demanda en este insumo entre un 50 y un 70 por ciento en los distintos territorios, algunas provincias se destacan por sus resultados, entre ellas: Granma, con nueve toneladas; Camagüey, con 8,2 toneladas, y Guantánamo, con 7,2 toneladas, que alcanzaron mayores niveles de producción.

El pasado año, indicó el reporte, experimentaron avance cultivos como la habichuela y el pepino, en los cuales se duplicó la producción con respecto al año anterior. Al no existir uniformidad en los diferentes territorios, es un reclamo que provincias como Las Tunas, Holguín, La Habana y el municipio especial Isla de la Juventud continúen trabajando con el objetivo de lograr mayores niveles de semillas propias, lo que constituye un aporte para que los productos no falten ni en los canteros ni en las tarimas de los puntos de venta. 

Según se observa, existen avances importantes en la producción de semillas por los propios productores, que en algunos territorios lograron cubrir cerca del 15 por ciento de las simientes que demandó allí el movimiento. No obstante, se insiste en que cada Granja Urbana Municipal, con el apoyo de la provincia y de la dirección del Movimiento, está llamada a organizar la producción de semillas en su finca municipal y por los propios productores para cubrir su demanda en no menos del 80 por ciento para 2025.

Con solidaridad

El Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil realizó varias donaciones de semillas de hortalizas al AUSUF en 2024.  Estas semillas son producidas por Bionatur, una red de productores de semillas agroecológicas, representada legalmente por la Cooperativa Agroecológica Nacional Terra e Vida (Conaterra).

El primer donativo, en marzo de 2024, estuvo compuesto por semillas de hortalizas como col china, zanahoria, cilantro, tomate y lechuga, y fueron distribuidas en organopónicos para evaluar su comportamiento y su producción. Los resultados alcanzados por los productores en la mayoría de las especies resultaron prometedores en cuanto al comportamiento productivo y adaptabilidad a las condiciones edafoclimáticas cubanas y a la aceptación por la población.

Las semillas de col china, zanahoria y cilantro mantuvieron el buen comportamiento mostrado en las siembras anteriores realizadas con las semillas de dos donativos recibidos en 2023, no así en el caso de la lechuga, que no mostró buena germinación. Las de tomate y guisante se siembran en la campaña de frío, en la época óptima.

En octubre se recibió un segundo lote del MST con simientes de col china, zanahoria, tomate, cebolla, perejil, berenjena, acelga y pasto Brachiaria. Estas se utilizaron en la siembra y recuperación de áreas afectadas por el impacto del huracán Oscar, fundamentalmente en la zona de Guantánamo y en la zona occidental, seriamente afectada por el huracán Rafael, con mayor daño en el escenario de la AUSUF en la provincia de Artemisa, Mayabeque y La Habana.

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