Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Fibra humana tras trágico accidente

Miles de cubanas y cubanos, y personas de buena voluntad, desde lejanas tierras hicieron suyo el dolor ajeno

Autor:

Yahily Hernández Porto

CAMAGÜEY.- Luego de conocerse que los siete niños y niñas lesionados en el lamentable accidente vehicular están rumbo a sus hogares en Granma y Santiago de Cuba, no solo se ha multiplicado la paz, -algo «extraviada» desde el pasado viernes cuando en horas de la tarde noche, en la carretera hacia el municipio de Florida, ocurrió la fatídica colisión de dos guaguas-, que se respira y hasta se siente en la cotidianidad del lugareño, sino que en todas las redes sociales, las digitales y las humanas, los verbos encendidos de positividad, los agradecimientos a galenos y galenas, han estallado como un pataqui de optimismo.

Ciertamente no es para menos que el dolor se agolpara en miles de hogares, pues 61 lesionados, -de ellos aún dos en estado crítico e igual cifra de gravedad-, y tres fallecidos son las muy lamentables consecuencias de ese suceso desgarrador, que robó la tranquilidad a agramontinos y agramontinas, y más, mucho más, porque miles de cubanas y cubanos, y personas de buena voluntad, desde lejanas tierras hicieron suyo el dolor ajeno, para transformarlo en el propio, en gesto altruista y de amor.

Este domingo las buenas nuevas del doctor Andrei Rodríguez Navarro, director del Hospital Pediátrico de Camagüey Eduardo Agramonte Piña, sobre el alta médica de los pequeñines estremece. Y es que hay mucha consagración, ética, y profesionalidad del ejército de las batas blancas, de sus trabajadores, de sus héroes y heroínas anónimos, que emoticonos, estickers...y verbos encendidos por las buenas vibras cobraron vidas, como en lo real maravilloso, en ese mundo paralelo virtual, para mover tantos sentimientos.... que aún no me recupero de su impacto ya anclado aquí, bien adentro, en mi alma y entrañas de cubana.

«¿Qué sí se puede donar sangre, dónde y cuándo?», preguntaron unos. Otros aseveraron, «si estuviera allí daría mi sangre». Muchos escribieron «fuerza Camagüey que mi pensamiento está junto al ustedes...». Incluso allegados a quienes tuvieron la peor de las suertes, esbozaron su sentir, «no estamos solos en medio del dolor y la tragedia». Mientras hasta el infinito se pueden leer los deseos de pronta recuperación y condolencias a familiares y amigos, aún cuando ya han pasado 48 horas del triste hecho.

El doctor Rodolfo Emilio Rodríguez Rosabal, director de Hospital Universitario "Manuel Ascunce Domenech", sin imaginarlo puso otra buena dosis de alegría a los usuarios, «El resto de los accidentados están de alta hospitalaria». Cierren por un segundo sus ojos amigos lectores e imaginen la avalancha de mensajes sinceros y fecundos de un karma que arropa con fibras de esperanza a Cuba, a su gente.

Sobre cómo está cíclope ciudad vivió cada segundo de estos dos últimos días, lo escrito por la colega y amiga, Dania Díaz Socarrás, en su perfil, hace parir corazones, como señaló el poeta, en su lirismo futurista. «A la atención y preocupación constante de las autoridades locales y el empeño sin medidas y sin palabras para contarlo del personal médico, se sumó un recuerdo feliz de la provincia, el director de Cultura Kenny Ortigas entregó a los niños muñecos creados por el proyecto Carsueños. El hospital les dio un adiós satisfecho y ellos no ocultaron las sonrisas y el alivio por, -después de la tragedia-, haber encontrado este equipo de médicos, enfermeras, directivos y trabajadores, porque como explicó una mamá; "hasta la auxiliar de limpieza corrió cuando nos vio llegar", y al decir de otra, "les decíamos, a nosotras no, no tenemos nada, y ellos nos decían, a ustedes también, y nos atendieron muy bien"».

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