33
Mayito celebró con la bandera cubana haber sido el joven de mayor puntuación entre 49 talentos de Iberoamérica que participaron en la Olimpiada de Biología. Autor: Tomada de la página web del evento Publicado: 11/09/2023 | 10:43 am
BAYAMO, Granma. — Aprendió a leer antes de llegar a primer grado. Por eso, en el seminternado bayamés Carlos Manuel de Céspedes, donde cursó los estudios primarios, muchos se asombraban cuando lo veían devorando libros mientras otros apenas se iniciaban en la lectura.
«Hasta iba con mi mamá, Marisleidis, y mi hermano, David, a talleres literarios», rememora ahora Mario Alejandro Pavón Díaz.
Ese hábito le sirvió para ser un estudiante aventajado en varias asignaturas, aunque fue su profesora Yamilé Martínez Leyva quien lo llevó a enamorarse de una materia específica: la biología.
«Estaba en octavo grado, en la secundaria Marcos Ramírez, cuando ella empezó a incentivar mi gusto por la asignatura y me llevó a varios concursos», recuerda este brillante alumno.
Luego, en el Instituto Preuniversitario Silberto Álvarez Aroche (IPVCE), ese deleite creció, al punto de convertirse en integrante de la selección nacional que intervino en la quinta Olimpiada Centroamericana y del Caribe, efectuada en Costa Rica, en noviembre de 2022.
En ese certamen, en el que participó vía on line, igual que el resto del equipo, obtuvo medalla de plata y demostró que podía llegar aún más lejos.
«Seguí preparándome en mi escuela. Y ahora, en 12 grado, llegó este resultado, que me llena de orgullo, pero no me esperaba», dice refiriéndose al oro absoluto, concedido por haber obtenido la puntuación más alta en el 16ma Olimpiada Iberoamericana de Biología, celebrada del 4 al 8 de septiembre en la Universidad Autónoma de Madrid, España, y en la que participaron 49 talentosos jóvenes de 14 países.
En esas tierras estuvo acompañado por el profesor Frank Manuel Duquesne Ariosa y de la estudiante de 12mo grado Patricia Pérez Aguilar, del IPVCE camagüeyano Máximo Gómez, una muchacha que ganó una de las otras seis medallas de oro de la rigurosa lid.
«Fue una competencia que contaba de cinco pruebas: tres prácticas –de Botánica, Zoología y Genética- y dos teóricas de las distintas ramas de la Biología. El primer examen teórico era de 80 preguntas y el segundo de 50; tenías que responderlos en una hora y media y dos horas, respectivamente. Pero el último era más difícil», contó a JR, acabado de llegar de España, este joven nacido el 19 de noviembre de 2005.
Lo mejor es que, además de poner en lo más alto el nombre de Cuba, hizo amigos y conoció laboratorios de biología molecular, el Museo del Prado, el Parque del Retiro, entre otros lugares emblemáticos de Madrid.
Mayito, como le dicen familiares y amigos, reconoce haber encontrado en la biología una asignatura de amplio espectro, que se aplica, por ejemplo, «para obtener vacunas, mejorar cultivos, detectar minerales y para la Medicina», la carrera que desea estudiar en la capital cubana, aunque ese anhelo todavía no tiene el camino expedito pues algunos le han dicho que «le corresponde» en su provincia.
Él tiene una familia «científica». Su madre, Marisleidis, es Licenciada en Ciencias Farmacéuticas; su padre, Roberto, licenciado en Biología y su hermano, David Alejandro, cursa segundo año de Medicina.
Además de leer, le gusta ver series y películas, salir con amigos y gastarse alguna broma. Es optimista y amigo convencido de la superación personal.
Admite con una sonrisa que detrás del oro absoluto ganado en España hay muchas personas, desde su familia, amigos, vecinos, entrenadores y «todos aquellos que nos apoyaron».
Con la medalla áurea en el pecho sin poses de autosuficiencia, no se preocupa tanto por haber hecho historia –es muy difícil obtener la mayor puntuación en una Olimpiada Iberoamericana-, sino, sobre todo, por el futuro; por eso no deja de soñar y de leer, que es su diversión favorita, su pasión primera.
