Aylín Álvarez García, primera secretaria de la UJC Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 20/07/2023 | 03:50 pm
Asistir a esta presentación de la Política integral para la atención a las infancias, adolescencias y juventudes cubanas constituye un privilegio para la generación que represento. La propuesta ante todo reafirma la voluntad política de nuestro país por el bienestar de las nuevas generaciones de cubanas y cubanos.
Creo importante resaltar en esta ocasión, que la dirección de la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles hemos participado desde el inicio en la construcción del cuerpo de Política descrito hoy. Hemos sido testigos del desvelo con el que la máxima dirección del Partido, el Estado y el Gobierno han chequeado personalmente todo el proceso y cómo siempre la voz de los principales beneficiados ha sido tenida en cuenta.
La consulta popular juvenil conducida por nuestro Centro de Estudios Sobre la Juventud desarrollada el pasado año recogió el criterio de más de 20 000 jóvenes de todo el país. Fue un ejercicio de genuina participación democrática y de él surgieron valiosas propuestas asumidas en el Plan de acción que acompaña la Política. Esa también constituye una práctica de la que debemos aprender y utilizar en la cotidianidad cuando pensamos en importantes decisiones para nuestro pueblo, en especial para las poblaciones infanto-juveniles cubanas.
También aplaudo, la incorporación explicita de las Adolescencias desde el título de la Política, sabemos que las acciones atendían a este grupo, pero visibilizarlos es ganancia para todos. Es importante que evaluemos directamente lo que sucede con ellos, y les prestemos más atención. Es este grupo etario, por sus propias barreras difusas de edades que comprende, el que requiere de acciones más concretas e impactantes. Los estudios y la práctica cotidiana expresan más incertidumbres entre ellos, más inquietudes y respuestas incompletas. Esta es la edad de las primeras veces, las que marcan para toda la vida.
Es esta generación la que ya ha crecido sin la presencia de la dirección histórica de la Revolución. Es un grupo que ha vivido más en un período de grandes dificultades económicas, que recibe mayor influencia de culturas foráneas, que cada vez comienza a tener relaciones sexuales desprotegidas a más corta edad y que hoy representa más del 18 por ciento de los nacimientos en Cuba.
Son, igualmente, el grupo que ha aumentado el consumo de ron, cigarro y drogas en el país; los que al finalizar el 9no. grado en un número considerable no continúan estudios. Y lamentablemente es el grupo que cuando le preguntamos por su proyecto de vida, declara en mayorías que desean migrar del país.
Dentro de la Política hay otro tema que nos coloca también en una posición de continuar repensando la organización: la edad. Definir las juventudes hasta los 30 años implica grandes retos y muchos definirnos en desacuerdo emocional. Sabemos que se trata de concentrar los pocos recursos que tenemos en quienes marcarán futuro en el país y actualmente están presentes.
Pero como decía, hoy no pocos somos militantes de la UJC y dirigentes de esta con más de 30 años. En este sentido, apreciamos mucho que la Política retome aspectos de la Estrategia de la UJC para la atención a los jóvenes y los acuerdos del 10mo. Congreso de la FEU, ahora de la segunda asamblea nacional de la FEEM y posteriormente la de la OPJM.
Es importante expresar, en nombre de nuestros jóvenes y ante los principales decisores hoy aquí, la necesidad de que la propia población beneficiaria de la política comience a percibir que el plan de acción se está aplicando. No podemos permitirnos, esperar que esta se convierta en Ley, no puede caer en saco roto, en la burocracia y tiene que tener una expresión real de su aplicación en el lugar donde están los niños, adolescentes y jóvenes, el centro estudiantil, el laboral, la comunidad. La Política tiene que impactar tangiblemente en la vida de cada uno de ellos.
La Política, declara la atención a las personas que viven en situación de vulnerabilidad. Por lo tanto, urge que su diseño y aplicación concreta llegue a los lugares de alta concentración de estas situaciones, que lleguemos a los jóvenes que no estudian, ni trabajan, que toquemos a todas y todos los jóvenes con alguna situación de discapacidad, que se reconozcan las necesidades de los jóvenes en la ciencia, que podamos dotar de sitios y opciones recreativas a las nuevas generaciones, que produzcamos bienes y servicios, especialmente, los temas de confituras y juguetes para nuestros niños.
Un asunto al que le brindo una mirada muy especial es al tratamiento a la Participación que se recoge en la Política. Necesariamente se impone que eduquemos a nuestras generaciones para que logren participar de la toma de decisiones y de edificar lo que desean ser, de ayudar a construir ese país al cual aspiran y que todos queremos.
Por último, quiero expresar un agradecimiento al equipo que laboró en la construcción de la Política, y mi conformidad con ver entregado la responsabilidad de la conducción, en su etapa final, al Ministerio de Educación. Lo digo porque consideramos que es primordial la inversión en la educación. Sí queremos mejorar las condiciones de vida de la juventud tenemos que procurar dotarlos de una mejor educación; una educación que sea cada vez más inclusiva y de mayor calidad. Recordemos a Martí cuando nos habló de la necesidad de ser cultos para ser libres. Dotemos a nuestras juventudes de educación e impulsemos que su proyecto de vida sea en Cuba y por Cuba.