Argelia y Cuba, unidas desde décadas anteriores por las luchas de liberación de sus pueblos, hoy defienden también el derecho de sus naciones al progreso Autor: Presidencia de la República Publicado: 16/11/2022 | 03:45 pm
ARGEL, ARGELIA.- Cuba y «la heroica y luchadora Argelia» —como calificara en el 2001 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a la República Argelina Democrática y Popular— establecieron relaciones diplomáticas el 17 de octubre de 1962. Pocos meses antes, en julio de ese mismo año, el país magrebí había logrado su independencia de Francia; y fue la Mayor de las Antillas la primera nación de América en reconocer ese hecho.
Justo por ese hermano país, inició este martes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, una gira internacional que lo llevará también a Rusia, Turquía y China.
Seis décadas atrás comenzó a fomentarse un camino de cooperación y amistad entre Cuba y Argelia, en el cual no ha faltado el apoyo de ambos pueblos y gobiernos en momentos difíciles y extraordinarios de su historia. Son nexos que se han forjado a lo largo de los años y que tienen como principales artífices de esa hermandad a Fidel, a Raúl, al Che, y a los principales líderes argelinos.
Una de las más hermosas rutas del sendero de amistad construido entre las dos naciones comenzó en mayo de 1963, cuando una antigua aeronave de Britania de Cubana de Aviación partió con destino a Argelia con 29 médicos, cuatro estomatólogos, 14 profesionales de la enfermería, y siete técnicos de la Salud.
«Hoy podemos enviar solo 50, pero dentro de ocho o diez años, quién sabe cuántos, y estaremos ayudando a nuestros hermanos», así había dicho el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en octubre de 1962, durante la inauguración del Instituto de Ciencias Básica y Preclínicas «Victoria de Girón», en La Habana, cuando compartió con los médicos cubanos la necesidad de que algunos de ellos fueran a apoyar al pueblo argelino, donde eran muchas las enfermedades desatendidas y muy pocos los profesionales de la Salud para combatirlas.
Entonces fueron poco más de 50 los colaboradores cubanos que llegaron a ese país. Casi 60 años después, la cifra supera los 4 500. Aquel momento fue la génesis de uno de los más nobles y esperanzadores programas de la Revolución cubana: la colaboración médica con el mundo. Hoy suman más de 605 000 los trabajadores de la Salud que han brindado su ayuda en 164 naciones.
Los vínculos de cooperación no se limitaron solo al ámbito de la Salud: con el devenir de los años se han extendido a otros sectores estratégicos como la industria farmacéutica y biotecnológica, la agricultura, la educación superior y el deporte.
Múltiples son los acuerdos y documentos a partir de los cuales se avanza en proyectos de interés mutuo. Argelia y Cuba, unidas desde décadas anteriores por las luchas de liberación de sus pueblos, hoy defienden también el derecho de sus naciones al progreso.
Numerosas son las visitas de delegaciones de alto nivel que se han producido entre ambos países; y de especial significación para fortalecer los vínculos lo fueron las disímiles estancias del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien visitara por última vez esta nación en el año 2015, en su condición de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Coordinación y concertación definen las posiciones de las dos naciones en organismos internacionales, así como la amistad, la solidaridad y la cooperación distinguen los lazos entre ambos pueblos y gobiernos.
Cuba —como aseveró Rodrigo Malmierca Díaz, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, durante el acto celebrado en el Palacio de la Revolución para conmemorar el aniversario 60 del establecimiento de las relaciones diplomáticas— continuará brindando su modesta contribución a pesar de las complejidades. Lo hacemos, aseveró, con la profunda convicción de que la solidaridad no es una opción, sino una necesidad.
En la solidaridad, justamente, estuvo el punto de partida de tantos hechos comunes que han ido construyendo la historia de Cuba con Argelia; y viceversa, porque las cercanías son siempre caminos de reciprocidad.