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Las históricas relaciones de amistad y colaboración entre las juventudes comunistas de Cuba y China recibieron un nuevo impulso y profundización tras la firma recientemente de un acuerdo de cooperación e intercambios académicos para la formación y capacitación política de las nuevas generaciones de ambos países.
El texto fue rubricado por las máximas autoridades de la Escuela Central de la Liga de la Juventud Comunista de China (LJCCh), del Centro de Estudios sobre la Juventud de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y de la Escuela Superior del Partido Ñico López, como parte del Seminario de Trabajo Juvenil China-Cuba, celebrado entre Beijing y La Habana por videoconferencia.
Con este convenio ambas partes ratificaron el interés de establecer una asociación estratégica para la articulación de proyectos en ámbitos de investigación científica y de la enseñanza, favorables al desarrollo de las misiones de las organizaciones juveniles. Además, se prevé la realización de talleres regulares para cuadros, académicos e investigadores, de manera presencial y virtual.
Igualmente, posibilita el diálogo académico mediante el envío de delegaciones a las dos naciones, con la finalidad de realizar programas de formación para líderes juveniles internacionales, así como el fortalecimiento de la publicidad en los medios de comunicación y la orientación de la opinión pública para que se conozca la hermandad entre ambas naciones.
«Estoy muy feliz de ver a mis amigos en Cuba seguros, sanos y radiantes», aseguró He Junke, primer secretario del Secretariado del Comité Central de la LJCCh, quien añadió que las organizaciones juveniles de los dos países han mantenido intercambios amistosos durante mucho tiempo y están comprometidas conjuntamente con la causa común de cultivar sucesores para la construcción socialista.
Por su parte, Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, destacó que esta organización «estará siempre junto con la hermana Liga; en la misma trinchera de lucha a favor de las causas justas, antimperialistas, con pleno respaldo a la política de una sola China y por la independencia y el desarrollo de un socialismo más próspero y sostenible».
En el Seminario —donde participaron los embajadores de cada país, Carlos Miguel Pereira y Ma Hui, así como altos dirigentes de sus partidos comunistas— también se abordaron tópicos como la experiencia histórica de los movimientos juveniles, el uso de los medios de comunicación para la divulgación de la teoría del Partido, el funcionamiento de las organizaciones a nivel de base, así como la educación y capacitación de los cuadros jóvenes.
