El diálogo se produjo en la comunidad El Tejar perteneciente al barrio Husillo Autor: Presidencia de la República Publicado: 06/05/2022 | 05:49 pm
-¿La vida le cambió?, preguntó esta reportera, muy temprano este viernes, a Ernesto Hernández, de 50 años.
-Sí, claro…-dijo él.
-¿Y el ambiente ha cambiado?, sobrevino la segunda interrogante, ante la cual el hombre respondió con firmeza y emoción palpables: “Esto ha cambiado. Cómo decirle… Esto aquí era una cosa opaca, que no tenía vida, y ha cambiado infinitamente, como de la noche a la mañana”.
El diálogo se produjo en la comunidad El Tejar perteneciente al barrio Husillo. Hasta ese escenario ubicado en el capitalino municipio de Marianao, donde tienen lugar numerosas transformaciones, llegó este viernes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Momentos antes de que el mandatario comenzara su visita al Husillo, para ver de primera mano qué ha sucedido con los cambios que se vienen realizando a partir de lo que más necesitaban los pobladores, Ernesto Hernández contó a esta reportera que su padre, quien cumplió 85 años en febrero pasado, nació allí; que su abuelo, con tan solo 16, fue el primero de la estirpe en llegar y uno de los primeros del asentamiento; y que lo que sucede por estos días en la barriada “es algo grande”.
A su familia, como a otras, le han entregado recientemente la propiedad de la casa –es ese uno de los pasos que más están impactando a la comunidad, porque, como él reflexionó, “uno sabe que, teniendo la propiedad, se siente más seguro, más tranquilo. Vivo con mi esposa y mis dos hijos”.
Ernesto Zayas Hernández, Primer Secretario del Comité Municipal del Partido en Marianao, había explicado a los reporteros que en El Tejar “no había nada, ningún tipo de recursos, ningún tipo de servicios. Esto era un tejar; o sea, una fábrica de tejas que hasta el 2001 existió”.
Los locales de la fábrica, explicó Zayas Hernández, fueron destinados para que algunas familias tuvieran casa. Y luego otros núcleos se fueron sumando al lugar. Con el paso del tiempo, no tener legalizada la situación referida a la vivienda se convirtió en el gran problema de la gente.
Hoy –afirmó el dirigente partidista de Marianao- hay 500 núcleos familiares en proceso de legalizar su situación con la vivienda.
En octubre del 2021 comenzaron a hacerse sentir los cambios en Husillo. El panorama actual deja ver que está surgiendo una escuela nueva –llamada José Julián Martí Pérez y gracias a la cual ya los niños no tendrán que caminar entre seis y siete kilómetros para ir desde la casa hasta el aula-. También se está ampliando una bodega que tendrá múltiples propósitos. Habrá en futuro no lejano una panera, un puesto de viandas; y el consultorio médico ha sido exquisitamente remozado.
Las viviendas y lo que ellas representan han sido lo más impactante para los pobladores, según explicó Ernesto Zayas Hernández, quien detalló que cada viernes las autoridades de la comunidad entregan un grupo de propiedades a los ciudadanos, con las cuales se legalizan un grupo de situaciones habitacionales.
De las 530 casas que tiene Husillo, a 165 se les harán cambios. Yamila Lamadrid Pérez, Intendente de Marianao, nos dijo que han sido entregadas 187 libretas de abastecimiento como parte del proceso de transformación del barrio; y contó sobre seis ejemplos en situación de vulnerabilidad, los que más ayuda necesitan, cuyas casas están siendo construidas desde los cimientos: “Dentro de esas personas tenemos dos madres con más de tres hijos, y cuatro ancianos”.
Sobre lo que sucede en el lugar, Bárbara Franco, de 71 años, dijo sentirse “muy contenta, muy feliz, porque yo nunca he tenido eso: No podía hacer nada porque no tenía mi papel de la vivienda”.
-¿Y usted con quién vive?
-Con mi esposo, con un hijo y su esposa; y un nieto.
-¿Cuántos años hace que vive aquí?
-58. Toda una vida. Me siento muy contenta porque mis hijos están contentos de poder resolver toda la situación que tenemos. Nos están arreglando la casa, y me siento muy contenta con eso, la verdad, muy feliz.
Isabel Paloma Torres, Presidenta del Consejo Popular Belén-Finlay-Pogolotti-Husillo, comentó a los periodistas que “en el minuto en que llegó la transformación a estos barrios, vimos cómo los planteamientos envejecidos fueron teniendo soluciones”. Todo el mundo está motivado, aseguró.
Cuando el Presidente Díaz-Canel recorrió El Tejar, vio la escuela de siete aulas que dará espacio a 140 niños; entró al consultorio médico, donde quiso saber sobre cuántas personas son atendidas allí, cuáles son las principales dolencias, y cómo ha marchado el proceso de vacunación.
De ir arrancando cada día un pedacito a los problemas, de que la vida sea mejor habló el Jefe de Estado a los pobladores en Husillo. En algún momento, porque la vida tiende alentadoras sorpresas y gestos de gratitud, una cubana le salió al paso, le dio un abrazo y le dijo: “Yo te quiero mucho”.
Sobre la entrega de títulos de propiedad de la vivienda –y él pudo presenciar uno de esos otorgamientos pues era viernes-, el Presidente reflexionó ante un grupo que esperaba para saludarle: “Eso le va dando estabilidad a las personas”.
“¿Están contentos?”, preguntó el mandatario; y razonó: “Ahora tenemos que hacer lo que hemos hecho en otros barrios. Ustedes participaron dando las prioridades, definiendo qué había que priorizar; ustedes participan ahora en todo lo que vamos haciendo (…), y van controlando también para que todo lo que hagamos lo hagamos bien”.
“Esto se transforma completo: las calles, las aceras, el área deportiva que no la tenían; van a tener la escuelita y los niños no van a tener que caminar tanto; las casas van mejorando…”.
-Se va a mejorar todo, aseveró una vecina.
-Poco a poco –apuntó el dignatario-, y así le vamos arrancando un pedacito a los problemas todos los días; vamos quitando problemas acumulados; vamos mejorando en bienestar; vamos mejorando perspectivas, ustedes van mejorando la vida. ¿De acuerdo?
Desde la multitud alguien exclamó: “vamos por más…”. Al despedirse, Díaz-Canel Bermúdez dijo a los pobladores que volverá por el Husillo para saber cómo transcurre la transformación.
“Un gusto conocerlos y haber estado con ustedes”, expresó antes de partir rumbo a otras tareas y desafíos que –desafíos al fin- nunca son pequeños.