Jose Antonio Ceballos es un joven pinero «todoterreno». Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 13/04/2021 | 09:39 am
Nueva Gerona, Isla de la Juventud.— ¿Cómo es posible que José Antonio Ceballos esté en todas partes sin el don de la ubicuidad? JR le preguntó. «Soy un joven cubano y por Cuba lo que sea», nos dijo, y subrayó que cuando existe compromiso y responsabilidad todo es posible.
Es difícil «cogerle la chapa» a Jose, como conocen todos a este pinero de 34 años, licenciado en Cultura física y apasionado del fútbol, porque debido a su vocación de buen samaritano por los suyos, su isla y su Patria, siempre está de un lado para otro haciendo Revolución, como el mismo dice.
«Participo voluntariamente, nadie me obliga a nada. Me nace del corazón porque ser cubano es ser también solidario e incondicional con nuestras raíces, con el legado de nuestros padres y maestros desde edades tempranas. Ahora es momento de ser agradecidos y aportar», asegura.
Jose no descansa, desde que llegó a Cuba la COVID-19 y el país necesitó de sus jóvenes para contribuir a frenar los contagios, apoyar en los centros de aislamientos, garantizar la producción de alimentos y otros frentes, él siempre estuvo allí.
«La experiencia es mucha, a más de un año enfrentando la pandemia, y como ser humano te puedo decir que es la tarea más noble y humilde que se pueda realizar: ver como de tu empeño depende la tranquilidad de varias personas aisladas que luego lo agradecen. Eso hace más grande mi fe en la vida.
«Estos tiempos son para crecerse, decir no es negarse a sí mismo como ser humano. La Revolución no enseña eso, al contrario: si hemos sobrevivido tantos años acosados por el gobierno de EE.UU. y el bloqueo que nos imponen, ha sido gracias a las enseñanzas que en Cuba recibimos.
«Por eso siempre estoy a disposición de lo que haga falta: limpiar centros de aislamientos, chapear, producir alimentos, fumigar contra el mosquito, ser mensajero en la cuarentena, dar apoyo a los activos de Orden Interior en las colas… Lo que sea siempre será poco comparado con todo lo que la Patria nos ha dado a los jóvenes cubanos.
«Estos son tiempo difíciles pero dignos de ser vividos, de hacer más que de decir. Recuerdo dos cosas que marcaron y marcarán mi vida por siempre. Una fue un combatiente de la Lucha Contra Bandidos que me puso la mano en el hombro y me dijo: «Mi relevo está listo» y me aplaudió como se aplauden a los médicos cubanos.
«La otra fue cuando recibí la condición Jóvenes por la Vida al finalizar una larga jornada en una de las zonas en cuarentena, porque vino acompañada de un diploma realizado por un niño de segundo grado que decía: “Para los mejores mensajeros del mundo”. Eso me saco las lágrimas», dice y respira hondo para recuperar la postura.
«Es por eso, periodista, que me siento orgulloso de mi país, de mi terruño, de la capacidad que tenemos la mayoría de los jóvenes cubanos para seguir defendiendo esta tierra y no claudicar. Jóvenes que miramos hacia delante con la convicción de vencer, aun cuando muchos se empeñan en negarlo».
Jose Antonio Ceballos es un joven pinero «todoterreno».