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No es necesario colocar máscaras a las mascotas porque pueden ponerlas ansiosas Autor: Juventud Rebelde Publicado: 01/04/2020 | 06:45 pm
Cuando comenzó el brote de SARS-CoV-2 en China, las autoridades sanitarias reconocieron que era un agente muy novedoso cuya capacidad de infectar a personas o animales se desconocía, por lo que muchas familias lanzaron sus mascotas a la calle para evitar posibles vías de contagio.
Semanas después ya se acumulan decenas de estudios en varios países de alto nivel científico que han descifrado los mecanismos de propagación de este nuevo coronavirus, y, por tanto, es inconcebible que miles de ciudadanos españoles o de otras naciones europeas y latinas hayan decidido abandonar a sus perros, gatos y otros animales afectivos, una acción que además de irracional es peligrosa, porque pudiera causar otro tipo de problemas si se volvieran agresivos o murieran por falta de alimento y cuidado.
Para conocer qué medidas ha tomado Cuba sobre este particular, JR conversó con el doctor Sergio Pino Regueira, jefe del departamento de Sanidad Animal en Cienfuegos, quien afirma que todas las provincias siguen el mismo protocolo de vigilancia y deben mantener abiertos sus servicios veterinarios.
«Por ahora la COVID-19 no ha sido declarada como zoonosis (enfermedad que pasa de animales a humanos) ni existen evidencias de que infecte a animales afectivos o de interés económico. No obstante, en Cuba se ha indicado aumentar los cuidados para detectarlo a tiempo».
Entre las medidas que refuerzan el sistema de vigilancia epizootiológica en el personal veterinario del país, está la capacitación respecto al nuevo coronavirus y la aplicación de un algoritmo diagnóstico para detectarlo a tiempo, en caso de que se presentara en animales o en los humanos que interactúan con ellos.
Mantener un control estricto de la masa silvestre y ganadera se destaca entre las medidas de prevención en la provincia cienfueguera, sobre todo por las complejidades que entraña. «Cerca del 80 por ciento se encuentra en manos del sector privado, que suele ser propenso a cometer indisciplinas en cuanto a la salud animal, como el descubrimiento tardío de las enfermedades o la omisión de los decesos», señaló.
Pino Regueira precisó que en la detección temprana está la clave de la prevención de una crisis, y recomendó que, en caso de percibir en su mascota o animal de cría síntomas respiratorios extraños o incongruentes con padecimientos habituales, lo correcto es aislarlo del rebaño y las personas y comunicarse de inmediato con los servicios veterinarios o de Sanidad Animal.
También se ha activado el servicio veterinario de fronteras, extremando la supervisión durante la apertura de contenedores, sobre todo los provenientes de alguno de los países afectados.
«Insistimos en el chequeo de las normativas dirigidas a encarar los riesgos asociados al comercio legal e ilegal de la fauna silvestre, cuestión de la que no estamos exentos, y que puede resultar una ventana a la transmisión de epidemias si nos descuidamos», expresó Pino Regueira.
«Hemos recalcado las prácticas higiénicas en el manejo de los animales y el uso del vestuario adecuado para ello, tanto los nasobucos como ropa y guantes sanitarios. Además, señalamos la importancia de mantener la bioseguridad en laboratorios, clínicas, mercados y granjas estatales y en el sector privado, no solo ante la COVID-19, sino para prevenir otras enfermedades», argumentó.
En las redes sociales, la población cubana ha deplorado la conducta de pánico e ingratitud de quienes abandonan a esos seres, incapaces de devolverles el «favor» a sus compañeros humanos.
