SAGUA LA GRANDE, Villa Clara.- La rigurosidad con que debe progresar cada paso para poner en explotación la reconversión tecnológica de la Planta Cloro Sosa —única de su tipo en el país—, fue destacada por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, miembro del Buró Político del Partido, durante un análisis la víspera sobre la fase final de la trascendental inversión.
El también vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros enfatizó en lo vital de comprobar la calidad de cada objeto de obra, de realizar su certificación, exigir lo acordado con la parte extranjera y tener bien definido lo relacionado con la garantía con el proveedor de esta entidad que funcionará aquí.
Indagó sobre el estado de completamiento de la fuerza laboral, empeño que todavía no está resuelto totalmente, el programa de aseguramiento desde ahora de piezas de repuesto, y alertó sobre la importancia de asegurar los medios técnicos para la transportación de la producción de la planta, entre otros aspectos.
Durante el análisis se informó que en la actualidad ya están probadas sin probemos 20 unidades, siete han presentado fallas y hay 17 en proceso de arrancada, mientras otras siete están pendientes.
La reconversión de cloro sosa, única de su tipo en el país, presenta atrasos por diversas causas, entre estos de manera significativa el envío tardío de determinados objetos de obra por parte de la empresa contratada en el exterior para el aseguramiento de recursos materiales.
En la actualidad progresan los trabajos para la terminación, en este primer semestre, que incluyen las pruebas a diferentes equipos y áreas con el propósito de identificar posibles deficiencias y solucionarlas en el menor tiempo posible.
Esta planta empleará una tecnología de avanzada, destinada a sustituir el actual proceso de fabricación mediante el mercurio metálico —compuesto químico altamente contaminante y muy costoso—, por otro mucho más eficiente, basado en un proceso electrolítico a través de membranas de intercambio iónico.
Consecuentemente resulta más eficiente, de mayor seguridad y mejor para el medio ambiente, y tendrá una capacidad de producción diaria de 36 toneladas de cloro y 80 de sosa; y, a partir de estos, fabricarán hipoclorito de sodio, cloro líquido, ácido clorhídrico e hidrógeno.
Así se garantizará una mayor estabilidad en la entrega de esos vitales productos, empleados en la potabilización de las aguas, la higienización de equipos pertenecientes a la industria alimenticia, en la perforación y extracción de petróleo, en soldaduras especiales y en la fabricación de jabones, detergentes y desinfectantes.