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SANTA CLARA, VILLA CLARA.— En medio de las premuras editoriales impostergables se quedó engavetada en estas páginas una noticia villaclareña que motiva tremenda satisfacción, como en cualquier provincia, el cumplimiento del plan de producción de azúcar en la denominada zafra chica, un buen augurio. Y si se trata del territorio que más azúcar produce a nivel nacional, entonces, ese éxito inicial trasciende por sí solo a la nación.
Buen resultado acá en una zafra que mucho significa a nivel nacional, y en las que están enfrascadas las provincias productoras de azúcar para vencer los compromisos a como dé lugar en medio de las limitantes materiales que siempre están lacerando, pero que se pueden estrechar con la eficiencia desde el mismo corte hasta la molienda.
Fueron en esta etapa 25 mil toneladas que pueden parecer pocas, pero que significan mucho en las actuales circunstancias y que, al cierre del 31 de diciembre, podría llegarse a cinco mil más para fijar un bienvenido sobrecumplimiento para esta etapa.
Lo materializado, por los nueve centrales villaclareños activos, con rendimientos por encima del plan y el aprovechamiento de la capacidad de molienda en el nivel de lo previsto, de acuerdo con los aseguramientos, se ajusta a lo planificado.
En esta provincia, como en otras, el filón para exprimir la eficiencia pasa por disminuir el procesamiento de caña atrasada y el tiempo perdido por interrupciones industriales y en la transportación de la caña, por citar ejemplos.
La industria azucarera, cuya reanimación implica, inevitablemente, contar con más aéreas cañeras y rendimiento por hectáreas dignos, está empeñada en lograr la producción planificada en esta contienda para dejar un sabor de despegue hacia los tiempos de más bonanza.
