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Los ideales de Martí y Fidel son tesoros de la escuela cubana. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:53 pm
El ideario y accionar de Fidel estará presente en actividades curriculares y extracurriculares de todos los niveles de enseñanza en el venidero curso escolar. Su concepto de Revolución resulta una síntesis de su pensamiento y obra, y constituye guía para realizar la labor educativa de la escuela.
Al analizar, a través de ejemplos concretos, cómo llevar a las más jóvenes generaciones el legado del Comandante en Jefe, los participantes en el Seminario Nacional de preparación del curso escolar 2017-2018 conocieron de materiales audiovisuales, visitas virtuales, discursos y reflexiones que serán claves para sembrar en los estudiantes sus enseñanzas.
Desde las primeras edades se abordarán temas como la infancia de Fidel en Birán y momentos fundamentales como el Asalto al Cuartel Moncada y el Triunfo de la Revolución.
Las valoraciones del líder sobre hechos de la historia universal serán recurrentes argumentos a la hora de abordar esa asignatura en la secundaria básica; así como su pensamiento acerca de la protección del planeta y el cambio climático son imprescindibles para la enseñanza de la ciencia.
«El pensamiento de Fidel es un tesoro para el magisterio y sagrado patrimonio de los cubanos. Cuidarlo y estudiarlo con detenimiento será permanente homenaje a su presencia y enseñanza inmortales», puntualizó la máster en ciencias Miriam Egea Álvarez, jefa del Departamento de Marxismo e Historia del Ministerio de Educación.
No menos trascendente es para la escuela cubana el pensamiento de José Martí. El profesor Horacio Díaz Pendás significó que el ideario del Apóstol fluye en la escuela a través de diversas vías, como la docencia de las asignaturas, las orientaciones de la preparación metodológica, así como en las múltiples y diversas actividades de contenido patriótico.
«El maestro es el alma de la escuela y el más importante de los recursos de esa gran obra de amor que es la educación. No puede subestimarse a la técnica, pero teniendo siempre presente que la razón de ser de la obra educacional son los seres humanos», precisó.
La atención a las organizaciones estudiantiles y su papel en el nuevo contexto educativo, la informatización de la sociedad, las redes sociales y su efecto en la formación educacional, cultural y audiovisual fueron abordados también por los dirigentes educacionales.
Universidad de Zaragoza premia a Martí
«Para Aragón, en España,/ Tengo yo en mi corazón/ Un lugar todo Aragón,/ Franco, fiero, fiel, sin saña», escribió José Martí en sus versos de sencilla eternidad. Y desde esa comunidad autónoma de España le fue retribuida una vez más, este 7 de abril, la memoria del afecto.
La Universidad de Zaragoza (UZ), en el contexto de su 475 aniversario, otorgó, a título póstumo, la Medalla de Oro de la institución al prócer antillano, quien culminara allí sus estudios de Licenciatura en Derecho Civil y Canónico y en Filosofía y Letras.
«El reconocimiento al político y escritor cubano, además de por ser un ilustre egresado, está motivado (…) por la cátedra que lleva su nombre y supone también un reconocimiento y tributo al país hermano», refiere el Boletín diario informativo de la UZ.
A nombre de Cuba y representando a las instituciones de la nación que estudian, atesoran y divulgan la obra del Poeta, recibió la medalla la Dra.C. Francisca López Civeira, Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana.
En sus palabras de agradecimiento por tan alto honor, la pedagoga destacó: «Pensar en Martí es pensar en lo mejor del ser humano. Aquel joven, a los 20 años, en mayo de 1873, llegó a este sitio donde, según consignó, tuvo un buen amigo y quiso a una mujer. El desterrado creció extraordinariamente no solo en su formación profesional, sino en su condición de cubano, de revolucionario, de persona capaz de las mejores ideas del bien y del mayor sacrificio en aras de ello. Creció también en la observación de la lucha de un pueblo que le llevó a decir: “Estimo a quien de un revés / Echa por tierra a un tirano: / Lo estimo, si es un cubano; / Lo estimo, si aragonés”».
