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Muchos identifican al jinete como Maceo; sin embargo, encarna a un soldado anónimo, representante de todos los invasores. Autor: Archivo Mantua Visión Publicado: 21/09/2017 | 06:48 pm
Mantua, ciudad que se recuerda cada 22 de enero por ser el escenario del cierre de la Invasión de Oriente a Occidente, encabezada por Antonio Maceo y Máximo Gómez, alberga la única estatua dedicada a los soldados invasores en Cuba.
Conocida como el Monumento al Soldado Invasor, se develó el 19 de septiembre de 1933 y fue el primer homenaje a todos los mambises invasores de 1895.
En Cuba solo existen otros dos monumentos relacionados con la invasión, dispuestos en Mangos de Baraguá y Mangos de Roque, al oriente y occidente del país, respectivamente, y que marcan el inicio y final de esa epopeya militar.
Según consta en el expediente de tarjas y monumentos del municipio pinareño, «la iniciativa para la construcción de la obra fue del abogado y periodista villareño León Brunet y Ramírez, quien en 1929 presentó a la Asociación de la Prensa Cubana una moción para, mediante una colecta, lograr la cimentación de un monumento que perpetuase la memoria de los mambises invasores».
El reportero y especialista en el tema, Lázaro Boza Boza, afirmó que la edificación del monumento, ideado por el arquitecto José María Bens Aviarte y el artista Juan José Sicre Vélez, comenzó en 1932 con la colocación de la primera piedra en el centro de la vía pública donde se situaría el monolito.
«La estatua refleja un caballo de bronce y su jinete, ambos descansan sobre un pedestal de piedras de Jaimanitas. La altura total del monumento es de 9, 80 metros. Refleja la fortaleza del ejército mambí en su entrada triunfal al último lugar habitado en el noroccidente de Cuba», explicó Enrique Pertierra Serra, historiador de la localidad.
